No todos los vecinos de Arneles (O Hío) están de acuerdo con las quejas que algunos lanzaron contra el chiringuito situado en la playa del mismo nombre. De hecho, la próxima semana tendrán una reunión con el alcalde para exponer su punto de vista sobre este conflicto, que para ellos está lejos de serlo. Consideran que las quejas pueden encender una guerra contra los turistas que no existe en absoluto. Aseguran los numerosos vecinos que firman el escrito que van a presentar ante el regidor local cangués, Xosé Manuel Pazos, que todas las actividades están enfocadas al divertimento de la gente de la playa en general, con una participación más divertida de una gran mayoría de los vecinos de Arneles.

Aseguran los firmantes, que es falso que el ruido generado por el chiringuito sea insoportable. Dicen que los niveles de ruido son los normales que se pueden producir en reuniones de personas (abuelos, padres, jóvenes y niños) que se están divirtiendo con música, risas y conversaciones y, además, la gran mayoría son vecinos de Arneles.

También contradicen las críticas sobre la higiene del local. AfirmaN estos vecinos que la higiene es excelente y que las bolsas de basura que se encuentran a veces por la carretera de la bajada a la playa son dejadas por algunas de las personas que pasan el día en la playa y al irse dejan la basura generada en la propia carretera. "No obstante, en ningún caso, este tipo de acciones pueden ser imputadas al chiringuito de Arneles".

También manifiestan los firmantes de este escrito que nunca detectaron defecaciones ni tampoco que nadie haya orinado cerca de nuestras casas. "Además, si fuese así, tampoco sería un hecho imputable al chiringuito, sino a personas poco cívicas e indeseables

Señalan que en varias ocasiones se tiene presentado la Policía Local de Cangas y ellos mismos comprueban que el nivel de ruido y el ambiente que se encuentran es del todo normal, tratándose de una noche de fin de semana en un chiringuito de playa. "En alguna ocasión, incluso se tiene prestado la Policía Local en el chiringuito y encontrárselo cerrado. Esto es una prueba de que en ocasiones las denuncias que se realizan están fuera de lugar y demuestra la obsesión y obcecación irracional de algún vecino con el chiringuito.

Estos vecinos quieren hacer constar que la opinión vertida por los vecinos denunciantes difunde falsedades y opiniones que no representan a lo que los firmantes de este escrito llama "inmensa mayoría de los vecinos de Arneles". Insisten en que el mencionado chiringuito cumple incluso con una función social, siendo punto de reunión de todos los vecinos, juntándose incluso hasta tres generaciones, desde abuelos a nietos, con un "agradable ambiente familiar".

Los vecinos que denunciaron ruidos y fiestas en el chiringuito de Arneles pedían al alcalde que paralizara las actividades musicales que se llevan a cabo en ese local. Los propietarios del chiringuito tiene la intención de acudir con los vecinos que apoyan la instalación a entrevistarse con el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, la próxima semana.