La situación del chiringuito de la playa de Arneles que abrió este año por primera vez las puertas obligó a intervenir ayer a la Policía Local de Cangas. El concejal de Medio Ambiente, Jesús Graña (PP), solicitó a los agentes un informe de la situación, con el fin de confirmar las denuncias vecinales que apunta a que los propietarios utilizan el agua de un riachuelo, sin ningún tipo de control sanitario.

El edil Jesús Graña asegura que tan pronto como tenga el informe es sus manos adoptará las medidas adecuadas. También manifiesta el edil que se ordenó a la Policía Local que se investigara si era cierto que se servían comidas en el nuevo chiringuito, algo que está totalmente prohibido. Si se confirman las denuncias vecinales, el chiringuito podría cerrar sus puertas. Los vecinos también denunciaban ayer que para la instalación del citado chiringuito se realizó un aterramiento de dudosa legalidad, porque se realizó en zona de Costas.

Por otra parte, el propietario del otro chiringuito que hay en la playa de Arneles y que lleva el nombre del arenal, quiere aclarar que él sí cumple todos los requisitos y que lleva funcionando desde hace cinco años ofreciendo a su clientela la máxima garantía sanitaria.

Jesús Graña recuerda que esta tipo de instalaciones se revisan con frecuencia cada vez que se hace una inspección a las playas, que es en ellas donde se detectan las anomalías.