El artista Raúl Velloso ha adaptado su vivienda en la Praza do Progreso de Cangas para ofrecer una exposición con algunas de sus obras. Hasta la fecha solo había realizado una muestra en su localidad natal, así que Velloso decidió que para celebrar el vigésimo aniversario de su trayectoria profesional no había otro lugar mejor. "Lo que presento en la exposición es una selección de varias etapas", afirma.
Velloso vivía en Barcelona cuando sus inquietudes artísticas nacieron gracias a la decoración de la habitación de su hijo. "No quería un póster o un cuadro de Mickey Mouse, así que decidí hacer algo yo mismo", cuenta. Este fue el comienzo de una larga carrera que todavía continúa y que se vio impulsada cuando captó la atención del artista catalán Antoni Tàpies. Desde entonces no ha parado y, aún así, no deja de destacar que él "no sabe mucho de arte".
Su estilo afirma que es su propio nombre, o sea, Raúl Velloso. "Al no tener conocimientos, al final termina siendo muy original y diferente". Admite, sin embargo, que tiene una "formación gaudiniana". Le gusta investigar e ir probando cosas, tal y como muestra la amplia variedad temática en sus pinturas. De las más destacadas son Galicia y la tauromaquia, dos cuestiones que al artista le atraen de "forma innata".
Las figuras de Seoane y Palacios son sus favoritas, pero es Castelao el que "le llega al corazón". Velloso lleva Galicia muy dentro y comenta que aunque su estilo es único la gente siempre identifica los toques gallegos en su obra. La tauromaquia ha sido muy importante también en su trayectoria artística. "Mi madre de pequeño me ponía en la televisión los toros y podía pasarme tardes enteras viéndolos", ilustra.
Otra de las grandes pasiones del artista es trabajar con niños. Realizó varios talleres en el pasado y llegó a tener hasta 1.900 alumnos. "Me encanta trabajar con ellos porque los veo muy parecidos a mí en lo que pintan. Al principio me molestaba, pero Tàpies me dijo que era el mejor cumplido que podían hacerme" , afirma el artista. Para él la clave es dejarlos crear ya que " de vez en cuando te encuentras con verdaderos genios". Velloso recuerda a la primera alumna que tuvo, Vanesa Rodal, de la que se pueden ver algunos trabajos en el taller del artista. "Es la mejor retratista de O Morrazo", asegura.
Velloso recuerda la figura de Tàpies a menudo. "Me dio un consejo maravilloso: Nada de ver libros de arte e ir a museos porque si no perderás tu inocencia", dice el artista cangués. Por otra parte, a los jóvenes les aconseja algo muy diferente: "Pintar mucho y aprender a romper lo que no sale bien es muy importante." También valora el aumento de la cantidad de estudiantes de Bellas Artes que salen a día de hoy de la facultad y de la poca capacidad que hay para todos en España. "Ni desaconsejo ni desanimo, solo digo la verdad", concluye.
También remarca la importancia de no olvidar la idea de que las obras son para vender. El mismo Tàpies le recomendó que "es mejor que vendas un millón de cuadros a un euro que uno por un millón de euros." En la actualidad Velloso reside en Cangas y no deja de recibir encargos. Está muy interesado en programas de dinamización turística y está trabajando en la propuesta "Cíes: Patrimonio de la Humanidad."
