El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal y rotatorio que Fandicosta puso en marcha tras el virulento incendio que arrasó su nave de mayor tamaño en Domaio quedará extinguido el próximo miércoles 10 de mayo, tal y como estaba previsto.
Pese al temor de parte de la plantilla de que la empresa propusiese una prórroga de varios meses por las afectaciones que las próximas obras pueden ocasionar a la producción, finalmente de los propios responsables de la compañía partió la decisión de dar por extinguido el ERE, según se dejó claro en una reunión mantenida con los representantes de los trabajadores en el día de ayer.
A partir del día 10 la plantilla de la mayor empresa de la comarca, de unos 200 empleados, volverá a las condiciones anteriores al incendio, sin el riesgo de que un bajón en la producción pueda hacer que algunos trabajadores tengan que acogerse al ERE.
De todas formas, empleados consultados destacan que este expediente apenas afectó a lo largo del último año. Solamente los primeros 15 días tras el fuego que arrasó con la nave A hubo un número significativo de trabajadores que tuvieron que parar su actividad y entrar en el ERE, aunque la cifra no superó los 20 empleados a la vez en esta situación.
El resto del tiempo apenas hubo casos puntuales y la inmensa mayoría de la plantilla siguió con su trabajo reubicado en otras instalaciones de la compañía, sobre todo en las dos plantas de Domaio que se salvaron de las llamas (naves B y C). En los primeros días una parte de los trabajadores fueron trasldados a Vilagarcía, pero se trató de una medida que duró poco en el tiempo.
Obras
El martes, por su parte, se cumple un año desde el incendio y en este tiempo Concello, Xunta y la propia Fandicosta solventaron los complejos trámites administrativos previos a la reconstrucción. Fue necesario incluso lograr una histórica aprobación definitiva del PXOM de Moaña, tras más de 15 años de gestiones e intentos por parte del Concello.
Se espera que la próxima semana arranquen los trabajos para levantar la futura nave que sustituirá a la que se quemó y en la que las cámaras frigoríficas tendrán una presencia importante.
La inversión prevista supera los 10 millones de euros, pues también incluye la mejora y adecuación de las naves B y C. Se espera que las obras puedan estar concluidas a finales del presente año.
