Carlos Lamas es capataz de obra. Trabajó este último sábado y domingo en las obras de ampliación del Corredor do Morrazo que no paran ni los fines de semana ni los festivos para poder reabrir esta carretera, de forma temporal, el próximo día 21 de diciembre y hasta el 8 de enero como se marcó la Xunta cuando la tuvo que cerrar al tráfico el pasado 2 de noviembre por falta de seguridad debido a los desmontes con voladuras. Sonríe cuando se le pregunta si es la primera vez que trabaja en una carretera: "¡Estuve en muchas! Sus últimos trabajos fueron en las autovías de Sarria y de Celanova, pero de aquello ya habían pasado cinco o seis años, reconoce. En la actualidad, en la ampliación del corredor trabajan unas 70 personas durante los días de semana y en torno a medio centenar los sábados, domingos y festivos, cuando la Guardia Civil no permite realizar voladuras. Los trabajos consisten en la perforación de los desmontes con retroexcavadora, construcción de muros, de pasos inferiores y de terraplenes.
Lamas forma parte de la brigada de trabajadores de Copasa que se encarga de la construcción del desdoblamiento del corredor en el primer tramo de Domaio, para su conversión en autovía. Del otro tramo II se encarga la empresa Dragados.
El tramo I son 2,6 kilómetros, entre la rotonda de Domaio y el enlace de San Lorenzo,. A lo largo del fin de semana permanecieron trabajando en los cinco desmontes de este tramo, como el número 2, el último que han empezado, en la rotonda de Domaio, en donde se ubicará el pilar del nuevo viaducto que conecte directamente el corredor con la autopista AP-9, tanto en sentido hacia el puente de Rande como a Pontevedra.
Se trata de un desmonte relativamente pequeño, en comparación con los otros, pero complicado con respecto al tráfico, que es constante en esta rotonda. Hasta ayer ya se había ejecutado un 25%. Sobre la cima trabaja una retro excavadora, picando la piedra, y dos camiones que recogen el material que sirve para los muros y rellenos del desdoblamiento. Este desmonte es el único que se está realizando con tráfico. Al contrario que en el resto del corredor, la Xunta no tiene previsto cerrar o limitar la circulación en esta rotonda, ni tampoco cuando se vaya a instalar el tablero del viaducto, que los técnicos aseguran que es lo que requiere menos complicación.
Las obras en el tramo I comenzaron el pasado mes de enero con la previsión de que sólo se cortara el tráfico de forma puntual cuando obligaran las voladuras con dinamita de los desmontes. A lo largo del verano se realizaron con normalidad, con cortes puntuales, de unos 30 minutos de duración, pero una voladura en septiembre en el desmonte 10, al inicio del corredor, en Domaio, provocó la alarma cuando las piedras, debido a la situación irregular del talud, invadieron la carretera. El corredor permaneció cortado seis horas. Después de aquello, el corredor se tuvo que cortar un día, que la Xunta eligió en sábado para que afectara menos al tráfico, con el fin de dar seguridad al talud. La frágil situación del talud hizo saltar la alarma y a finales de octubre, la Xunta anunció un corte al tráfico del corredor durante tres meses, desde el 2 de noviembre hasta el 23 de enero, dejándolo abierto de forma temporal, entre el 21 de diciembre y el 8 de enero, por indicación de Tráfico, para la campaña de Navidad.
Todo indica que se cumplirán los plazos para que el corredor pueda reabrir el día 21.
El jefe de obra de Copasa en el tramo I, Diego Fos, asegura que las obras en el tramo I "van a buen ritmo y según lo previsto". Añade que el grado de ejecución va cumpliéndose, concluyó la construcción de los 10 pilares de 45 metros de altura para el desdoblamiento del viaducto da Moura y a mediados de este mes empezará a instalarse el tablero. El desmonte 2, con 2.300 metros cúbicos, tiene un grado de ejecución del 25%; en el desmonte 5 -un poco antes del túnel de Montealegre, y del que hay que retirar 10.000 metros cúbicos de tierra y piedras- se está con los trabajos previos y la intención es empezar esta semana. El siguiente desmonte -el número 9 en sentido a Cangas, que ocupa la mano izquierda después del túnel, tiene pendiente 10.000 metros cúbicos de los 25.000 a retirar. Con respecto al desmonte 10, el más problemático, con 19.500 metros cúbicos y que fue el que ocasionó el cierre del corredor, ya se ejecutaron 9.500 metros cúbicos aproximadamente. Por último en el desmonte 11, el más grande de este tramo con 35.000 metros cúbicos, ya e retiraron 18.000.
Sobre el nivel de ejecución de los muros, se está ejecutando uno entre el túnel de Montealegre y antes del viaducto, que ya está al 60%; mientras que el muro 10, al final el tramo, ya está ejecutado.
También se trabaja en los terraplenes, que tiene un grado de ejecución igualmente del 60%, según señala el jefe de obra.
En el tramo II, que ejecuta la empresa Dragados, sobre los siguientes 4 kilómetros del corredor hasta el enlace de Meira, está el desmonte más grande de toda la obra. Se trata del desmonte 2, con una altura de 57 metros. y 220 metros de longitud. El corredor tiene que retranquearse en este punto kilométrico unos 12 metros, lo que implica tener que desmontar unos 25.000 metros cúbicos de tierra y piedras, en una labor complicada: "Todos los operarios que están en las retro excavadores son personas con mucha experiencia", asegura el jefe de obra, que recorre la zona en obras en compañía del jefe de producción, expertos también en obra pública. El jefe de obras trabajó en el AVE en Ferrol y en la conexión de la zona logística de Salvaterra. Por su parte, el jefe de producción lo hizo en la estación del AVE en Vigo. Aseguran igualmente que los ritmos se van cumpliendo según lo previsto, aunque este tramo concluirá más tarde que el de Domaio porque también comenzó seis meses después.
