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Pedra Amarrada critica que ni el Concello ni Costas cuenten con los vecinos para consensuar el paseo

El dueño que no cedió ve "intereses espurios" en el proyecto, pues cree que hay mejores opciones

La senda se interrumpe a los pies del emblemático hórreo. // G.Núñez

La construcción de la senda peatonal que debería unir Aldán con Vilariño, financiada por Costas del Estado y que no se ha llegado a completar por falta de acuerdo de cesión con uno de los propietarios, ha dejado insatisfechas a varias partes implicadas. La primera en manifestarlo ha sido la asociación de vecinos Pedra Amarrada, que critica que ni Costas ni el Concello hayan contado con ellos en el proceso negociador y para saber su opinión sobre el proyecto de ejecución y las posibilidades de mejorarlo.

El colectivo no respalda que se dé continuidad a la senda a través "do eido dun veciño" en el que hay una viña y una parra que dataría de dos siglos atrás y que forma parte del patrimonio particular, pero también paisajístico de la zona. Alude a que pudieron darse "agravios comparativos" a la hora de las cesiones y que nunca se les citó para hacer el trabajo de campo, consensuar el trazado ni las características del sendero, que intercala tramos en madera con otros en xabre. También que se dejó fuera del proyecto la rehabilitación de un hórreo que está ubicado sobre las rocas al final de la pasarela, un símbolo que fue retocado en su día con pegotes de hormigón y ladrillos junto a la piedra original.

La directiva de Pedra Amarrada carga contra los responsables municipales, "os de antes e os de agora", y particularmente contra Costas por no contar con ellos ni pedirle su opinión. También recuerda que el departamento estatal ya levantó en su día un muro de protección frente a la playa de A Lontreira "con moitas deficiencias" y que no está cumpliendo su cometido, pues algunas piedras se desprenden y están esparcidas sobre la arena. Además, la zona está desde entonces sin señalizar, con el riesgo de que algún coche pueda precipitarse sobre las escaleras de la playa por despiste.

Intereses espurios

Por otra parte, Ramón Hermelo, hijo de la propietaria de la viña que no ha llegado a cederse para completar el paseo, señala que si no ha habido acuerdo es porque consideran que hay otras opciones "mejores y más baratas", bordeando su propiedad, a las que los promotores han renunciado sin argumentos sólidos. Cree que sería mas viable, técnica y económicamente, bordear su propiedad con una pasarela voladiza, anclada en el muro, aunque el Concello y Costas optaron por no ejecutarla.

La familia lamenta que puedan aparecer como culpables de que la senda no tenga salida en Vilariño y se pregunta "qué intereses tendrán para acabar el paseo allí".

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