El sector de afectados por las inspecciones de Trabajo en los "leiraparkings" o aparcamiento de playa en fincas privadas, está dividido. Hace tiempo que no se reúne y, lo que es peor, no encuentra soluciones que convenzan a la administración central. El día de ayer es el que abre oficialmente la temporada de verano para estos aparcamientos en las inmediaciones de las playas, aunque el intenso calor vivido a principios de junio hizo que algunos propietarios ya abrieran. Los de Vilanova y Pinténs se encuentran cerrados y en Barra no abrieron todos todavía, de ahí que ese fin de semana en el que se superaron los 30 grados Barra fuese un caos, según los testimonios de afectados por estos aparcamientos. No hay que olvidar que los propietarios amenazaron con no abrir este verano si no se arreglaba su situación. Pero no es tarea fácil. La Administración quiere que los que trabajan en este sector estén dados de alta y coticen, bien como empleados, bien como autónomos, como otros muchos trabajos que en España son temporales. Pero ellos consideran que darse de alta no les vale la pena. La realidad es que Cangas necesita de estos aparcamientos, de otra forma podría surgir el caos cualquier fin de semana. Ya hubo problemas con esa ola anticipada de calor. Visitantes y vecinos de Barra tuvieron sus primeros enfrentamientos precisamente por aparcar en zonas en las que se impedía el paso a fincas o a casas. Los usuarios de la playas exigían a los propietarios de las casas y fincas vados permanentes. La falta de esta señalización provocó enfrentamientos. Los afectados piden que se aplique un sistema parecido al de los furanchos. Quieren pagar una licencia municipal y poder trabajar, pero sin darse de alta.