La directora xeral de Mobilidade de la Xunta y encargada, con la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, de la implantación del Transporte Metropolitano en el área de Vigo, Helena de Lucas, reconoce que a pesar de que Vigo rechazó participar en este plan, los restantes 13 concellos, a los que se acaba de remitir el nuevo borrador de convenio, pidieron seguir adelante con la tramitación, incluso adelantar la implantación del servicio al 1 de abril, en lugar de julio, como estaba previsto en el anterior. Aclara que si los 13 concellos integrados en el plan tienen que aportar más cantidad económica en 2015, que la prevista en el anterior borrador que incluía a Vigo, es precisamente porque se ampliaron los meses de servicio de los 6 iniciales a 9, para implantar el 1 de abril, y que en ello no influye el hecho de que el Concello vigués no participe, ya que las otras cantidades durante la vigencia del plan, hasta 2019, se mantienen igual. Los 13 concellos figuran con una aportación total al plan en 2015 de 292.926 euros, frente a los 197.658 iniciales, en concepto del 20% del programa tarifario, que no incluye transbordos ni las bonificaciones por uso recurrente del transporte (más de 40 viajes al mes), que las asume la Xunta dentro del 80% de aportación al plan. En el caso de Cangas y de Moaña, estos concellos tienen que aportar en 2015 83.808 y 35.867 euros, respectivamente en este año, frente a los 55.872 y 23.911 previstos inicialmente si el plan entraría en vigor en julio. En 2016, la aportación estimada de Cangas sería la misma de 115.654 euros; 119.702 en 2017; 123.892 en 2018 y 128.228 en 2019. Moaña aportaría 49.496, 51.229, 53.022 y 54.889, respectivamente. La Xunta figura con una aportación en 2015 de 1,4 millones, frente a los 1,2 del anterior convenio; 1,9 en 2016; 2 millones en 2017; y 2,1 en 2018 y 2019, respectivamente.

Lo que sí influye al no entrar Vigo, tal y como señala la directora xeral, es que los usuarios de los 13 municipios, que se beneficiarán de descuentos con este plan, mediante la Tarjeta Metropolitana de Galicia (TMG) en sus transportes interurbanos, como el caso del barco en Cangas y Moaña (también el autobús interurbano), no podrán beneficiarse, sin embargo, de los transbordos gratuitos en el autobús urbano de Vigo. De esta manera, un usuario de Cangas que coge el barco a Vigo y que ahora paga un billete sencillo de 2,60 euros, pasará a pagar sólo 1,81 euros, con un ahorro de 0,79 céntimos, pero seguirá pagando lo mismo por el autobús urbano en Vigo, que cuesta, sin tarjeta Vitrasa, 1,32 euros. En el caso de Moaña, el precio del barco bajará de 2,17 a 1,28, con una rebaja de 89 céntimos. Lo mismo le ocurrirá con el autobús urbano de Vigo, como también a los restantes 11 municipios que integran el plan (Baiona, Gondomar, Nigrán, Mos, Fornelos, Pazos de Borbén, Porriño, Redondela, Salceda, Salvaterra y Soutomaior). La directora xeral asegura que el problema es que en Vigo, el concello no quiere darle la tarjeta Vitrasa a los usuarios que no son residentes en la ciudad y eso significa que tienen que pagar un billete sencillo en vez de un billete con tarjeta que se reduce a 0,86 céntimos. Por eso que la inclusión de Vigo en el plan implicaría que el usuario del área metropolitana podría ahorrarse el transbordo urbano por completo. Añade que ese coste del transbordo lo iba a pagar íntegramente la Xunta y fue ahí donde surgió el problema para no llegar a un acuerdo con el alcalde de Vigo, Abel Caballero: "El Concello de Vigo tendría que asumir que con la TMG la gente iba a pagar el billete urbano al mismo precio que un usuario de la tarjeta Vitrasa, es decir, a 0,86 euros, y lo que decíamos es que la Xunta pagaría ese transbordo a 0,86 no a 1,32 porque no se hace en ninguna área metropolitana".

Polémica tarjeta Vitrasa

La explicación que realiza Helena de Lucas de la negativa de Vigo a entrar en el plan es porque el Concello no quiere dar esa tarjeta a todos los usuarios de los municipios, y de hecho algún concello ha presentado un recurso, porque en otras ciudades tampoco piden el empadronamiento para acceder a la tarjeta. Añade que la oposición del alcalde es "por poner problemas al plan, simplemente, porque no tiene mucho sentido". Respecto al tope de la cantidad a aportar que pedía el Concello vigués recuerda que el alcalde firmó convenios sin límite de presupuesto y señala que estos convenios se pueden firmar sin problema porque son en función de la demanda: "Lo que no puede haber es una limitación y decirle al usuario un millón que él ya pagas más. El problema de Vigo no es de coste de dinero sino que pasaría a aceptar que todo el mundo puede acceder a la tarifa unificada del urbano. Es lo que no lo quieren".

Helena de Lucas aclara que el transbordo metropolitano -no urbano- sí será gratuito para los usuarios que lleguen a la estación de Vigo y cojan otro autobús con destino a otro municipio que no sea Vigo. Reconoce que aunque no tengan derecho al autobús urbano de Vigo, con el billete metropolitano los usuarios se beneficiarán igualmente de un descuento muy importante". Resultará más económico que la denominada tarjeta anfibio o tarjeta verde, que utiliza desde hace unos años la naviera Mar de Ons en la línea Cangas-Vigo y que permite un pago combinado del barco y del autobús de Vitrasa de Vigo, con un coste la travesía de 2,35 euros frente a los 2,60 del billete sencillo. La tarjeta verde no funciona en Moaña, en donde opera la naviera Nabia.

La negativa de Vigo ya propició una moción del gobierno del PP en Mos por entender que está perjudicando al resto de los concellos del área y a los propios vigueses impidiendo un transporte que se está desarrollando en otras áreas como A Coruña, Santiago, Ferrol y Vigo. La moción recogía que no se pedía un esfuerzo económico mayor a Vigo que al resto, establecido en el 0,11%, y que Mos estaría dispuesto a la misma aportación por los beneficios al conjunto del área. En la moción, aprobada en pleno en diciembre, por el PP con la abstención del PSOE y del BNG, se pedía instar a la Xunta para que ponga en marcha el plan, aunque sea sin Vigo, e instar a Vigo a reconsiderar su postura incorporándose al plan.