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Lección uno: que no estalle la burbuja

Madres y padres conviven estos días con el temor de ver partir a sus hijos al colegio, pero confían en que los centros estén preparados para ofrecerles la mayor seguridad posible

El riesgo cero no existe. Ni dentro, ni fuera de la aulas. Es, quizás, el principio del que hay que partir a la hora de afrontar el regreso de los niños a las aulas. La vuelta al colegio llega este año con un peso extra para todos. Por un lado, los padres encierran en su beso de despedida todas las reservas que han de esforzarse en ocultar bajo la mayor sonrisa de ánimo y confianza. Por otro, los profesores habrán de lidiar con la enseñanza de una materia nueva para todos, que tendrá que conjugarse con los contenidos que quieren hacer llegar a todos y cada uno de sus alumnos, formen o no parte de los contenidos curriculares. Y, finalmente, los estudiantes vuelven a la rutina después de una experiencia que, seguramente, les ha marcado y con la que ahora tienen que aprender a vivir en su jornada escolar. Para nota.

El curso académico que está a punto de arrancar no guarda parecido alguno con cualquier otro que se recuerde. Nadie habla de libros de texto, material o actividades extraescolares. En un espacio informativo protagonizado por la pandemia de la Covid-19 y sus rebrotes, los temores son muchos y las dudas todavía más grandes. Junto a palabras como desinfección, hidroalcohol y mascarilla, las expresiones que más se repiten son distancia de seguridad y aulas burbuja.

Cada padre o madre tiene su propia opinión y muchas dudas. No puede ser menos, teniendo en cuenta que se habla de la salud de los niños y, por ende, de la de toda la familia. Algunos de ellos conoce, por el ejercicio de su profesión, muy de cerca los protocolos que se irán descubriendo en los próximos días, tratando de interiorizarlos para que todo marche como debe, por el bien de todos. El miedo es el denominador común en todas las casas. Sin embargo, de las opiniones de los progenitores consultados por esta Redacción se desprenden otros tres: la esperanza, la confianza y la incertidumbre. Los temores expresados por algunos estradenses vienen a confluir en el deseo de los más optimistas. Al fin y al cabo, parece que para pasar con nota este curso lo más importante va a ser hincar el codo para tener la máxima puntuación en la primera lección de este año: colaborar dentro y fuera del aula para que no estalle la burbuja.

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