Dicen que en los momentos difíciles es cuando aflora lo mejor de las personas. Y la prueba está en lo que la ayuda de nueve voluntarios le ha permitido hacer al Concello de A Estrada en los dos últimos meses: hacerle nada menos que 300 compras a personas confinadas y entregárselas en su domicilio.
Son siete ciudadanos de a pie -hombres y mujeres de edades comprendidas entre los 21 y los 60 años- que han prestado servicio en el casco urbano y de dos agentes facultativos medioambientales -Manuel Sueiro y Manuel García Rego- que se encargaron de atender las parroquias.
Su labor ha sido importantísima para garantizarle el acceso a los alimentos y otros productos de primera necesidad -como medicamentos- a personas que, por sus características, su situación o las consecuencias del parón motivado por la crisis sanitaria del coronavirus no podían hacerlo. Así, por ejemplo, al igual que la Policía Local, fueron un apoyo muy importante para personas confinadas en sus domicilios afectados por Covid-19 o para personas jóvenes que realizaban una cuarentena preventiva al sospecharse que podrían padecerlo por haber estado en estrecho contacto con algún afectado. Y también se encargaron de hacerle la compra a personas mayores que viven solas y que, dado el elevado riesgo que suponía para ellos ir al supermercado en plena pandemia, estaban confinadas en casa. También fue muy demandado en la víspera de que los niños pudiesen salir a la calle.
En el rural, su ayuda fue muy importante también para personas mayores que carecen de medio de transporte propio y que se habían quedado sin la posibilidad de utilizar un autobús debido a la supresión del transporte escolar que en los últimos años se comparte también con vecinos de las parroquias, siempre y cuando queden plazas disponibles.
El servicio nació vinculado a la Alcaldía y sigue estándolo, contando con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente, a través de los dos agentes medioambientales mencionados. El procedimiento siempre era y sigue siendo el mismo, si bien la demanda ha decrecido notablemente en los últimos días: el usuario llama, los voluntarios van a su casa a recoger la lista de la compra y el dinero y después le llevan los productos y el vuelto. También Servizos Sociais ha entregado alimentos a familias desfavorecidas a través de este servicio, que se mantendrá mientras dure el estado de alarma, señaló la edil de Servizos Sociais, Amalia Goldar.
