José Ramón Moire, Natividad Iglesia y sus hijas Irene e Iria han sobrellevado "muy bien, sin problemas, cogiendo rutinas" la primera semana de confinamiento. "Lo que peor se lleva es la incertidumbre, tener la familia en otras casas y no poder visitarlos y, claro, al tener los negocios parados, pues es un problema que va a ser muy gordo", opina este empresario del textil residente en las afueras de Vila de Cruces, en una casa con finca. "Por suerte nosotros siempre hemos estado muy unidos, pero ahora hacemos más deporte en familia, cosa que antes hacíamos por separado, y tampoco tanto -admite-, y ahora una hora por la mañana y otra por la tarde, mínimo". Con amigos en Italia y China, no les sorprende la prórroga del estado de alarma, pues están convencidos de que "estaremos al menos dos meses aislados".