El BNG anunció ayer que sus representantes no participarán en los actos oficiales de la fiesta, una decisión con la que mantienen su postura de los gobiernos anteriores del PP, pero que, además, justifican con la recuperación de la Encomenda. La formación nacionalista señala que como miembros del cuatripartito apostaron por la supresión del acto de imposición de las capas para imprimirle a la fiesta aires de modernidad, pensando que el Cocido "es una fiesta para el pueblo y no de los políticos" y por eso se impulsó el premio Aldea Singular. "Al PP les faltó tiempo para volver al modelo rancio de una fiesta basada en dar protagonismo a los políticos y de pago de favores. Para la elección de los comendadores se valora el carné político o el pago de favores partidistas solamente y además las capas no salen gratis". El BNG discute, de manera especial, la elección del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, "una persona que está contra los derechos de las mujeres, u otros del PP de Lalín que no representan cosas positivas ni para el municipio ni para Galicia". Por ello anuncian que sus representantes estarán con los ciudadanos y piden a los foráneos que vengan a disfrutar de esta fiesta.

Alegato de PAC

Por otro lado, la Plataforma Aberta Cidadá de Lalín (PAC) insiste en que a su juicio la Encomenda representa un ente masculinizado y pide a la edil de Cultura, Begoña Blanco, que no tergiverse sus manifestaciones. Reprueba que el gobierno trate de reivindicar su feminismo con la elección de una mujer como pregonera como si de cuestiones aritméticas se tratase. Contrapone la posición del gobierno con la de un cuatripartito que impulsó la Festa do Orgullo o los valores de la igualdad y el feminismo. Y dice que Blanco no fue capaz de desmontar sus conclusiones acerca de la Encomenda era un acto "masculinizado y partidista".