Los peores presagios se cumplieron esta noche sobre la venta del Colegio Sagrado Corazón do Deza de Lalín. El director general de Scientia School, Francisco Guerrero, anunció por segunda vez la retirada de su grupo en la compra del centro escolar. Guerrero no quiso entrar en detalles sobre las causas de esta renuncia pero sí señaló que "no hubo tiempo material" para poder cerrar la operación. Cabe recordar que el colegio concertado de Lalín inició esta misma semana un concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Pontevedra y ahora tendrá dos semanas para presentar la correspondiente documentación.

Tanto el comité de huelga como el administrador independiente Félix Puime confirmaron el lunes el concurso en el que ha entrado un colegio cuyo futuro es ahora aún más incierto. Los representantes de los trabajadores recordaron entonces que mientras el Juzgado no comunique el auto "nosotros no nos podremos personar para tener acceso al expediente" donde figuran los términos de este nuevo trámite judicial. Félix Puime quiso también restarle importancia al asunto indicando que "se trata de un simple tema técnico y que no significa en absoluto que hayamos dejado de negociar la venta del colegio". El administrador del centro recordó que el concurso de acreedores "se puede retirar en cualquier momento" aludiendo a su deseo de cerrar el acuerdo con Scientia School que ahora se ha vuelto ir al traste antes de que finalice el plazo de diez días que tiene para presentar toda la documentación requerida por la administración judicial. Puime también manifestó que el concurso de acreedores recién iniciado se lleva a cabo "para ganar tiempo" en lo que a limar diferencias se trataba con el comprador, lo que contradice la causa señalada por el director general de Scientia School. Insistió en que el proceso "solamente se ha iniciado pero en ningún caso está cerrado" y se había mostrado convencido de que la venta acabaría antes de que se cumplan la dos semanas de margen.

Cabe recordar que en un primer momento Guerrero se había mostrado reacio a llegar al concurso de acreedores y cerrar la operación antes de que se iniciara el trámite judicial. También es cierto que Guerrero en todo momento se mostró optimista en poder llega a buen puerto después de haber retirado su oferta en una primera intentona para hacerse con el colegio privado lalinense. Desgraciadamente, la historia se vuelve a repetir y el Sagrado Corazón ya está en concurso de acreedores y sin nadie que quiera sacarlo del pozo en el que se encuentra desde el año pasado.