La edil de Patrimonio de Vila de Cruces, María del Carmen Silva, rebate las críticas del BNG sobre presuntos daños en la calzada medieval entre Fontao y Carboeiro, tras una saca de madera. La también teniente de alcalde aclara que la empresa responsable no retiró la madera por esta calzada, sino "por el camino de arriba", tal y como pudo comprobarse tras visitar el lugar y realizar "las oportunas investigaciones". Añade que en principio, sobre la calzada lo único que quedó fue maleza y ramas, esparcidos a lo largo del camino y que la empresa responsable va a limpiar de forma inmediata, una vez que el Concello ya contactó con la firma. Si rematada esta limpieza se detectan destrozos sobre la cazada, "se emprenderán las acciones pertinentes", añade Silva.

El pasado 25 de noviembre, Cruces aprobó de forma inicial la ordenanza para proteger los caminos y vías públicas en relación a la saca de madera. Posteriormente, el reglamento estuvo a exposición pública, y es una norma que se antoja más que necesaria, dada la producción forestal del municipio. Silva añade que, de hecho, la ordenanza intenta paliar los grandes desembolsos que tuvieron que hacer las arcas municipales durante años "por la desidia de algunos madereros". En este punto, ataca al BNG y le recuerda que en el citado pleno, lejos de proponer mejoras o facilitar la aprobación de la ordenanza, los tres ediles del Bloque "prefirieron ponerse de perfil y abstenerse en la votación, lo que dice mucho de su responsabilidad como representantes de los vecinos y que deberían velar más por los intereses de los mismos".

Cruces no es el único concello que reacciona contra los daños de la actividad forestal. Años atrás, el gobierno popular de Agolada, con Ramiro Varela al frente, exigió a las madereras una cláusula de responsabilidad para garantizar la reparación de desperfectos.