El futuro del histórico colegio lalinense Sagrado Corazón podría resolverse en cuestión de días o incluso de horas. La sociedad Scientia School está negociando su desembarco en el centro y el acuerdo depende, básicamente, de dos cuestiones: que eluda la entrada en concurso de acreedores y conocer al detalle sus obligaciones con los acreedores; en este caso, una entidad bancaria. Conviene recordar que los propietarios habían puesto como fecha límite, ayer o hoy, para la presentación del concurso.

Desde la empresa, que ya había mostrado semanas atrás su interés en la adquisición del colegio concertado, se apunta: "se están dando pasos en firme y estamos dedicándole mucho tiempo y esfuerzo" a la operación. Scientia School mantendría su oferta económica -de unos 2 millones de euros- y, aunque reitera que "todavía hay algunos flecos pendientes" y otro condicionante para cerrar la operación es que se le pueda dar carpetazo antes de que se abra el período de matrícula, previsto para el próximo mes de febrero. La multinacional educativa había dado por hecha la compra del centro, todavía en manos de Joaquín Pereira como accionista mayoritario, a mediados de diciembre e incluso su director general, Francisco Guerrero se desplazó a Lalín para rubricar el acuerdo. Dos semanas después, daba marcha atrás y anunciaba que se demarcaba del la operación; una decisión fundamentada en que tras analizar la documentación del centro, no se cumplían las condiciones consignadas en la propuesta pactada.

El interés, de nuevo, de Scientia School por hacerse con el colegio saltó a la palestra esta semana y, como adelantó FARO, la empresa admitió que estaba dispuesta a entrar en la operación "si alguien nos llama". En caso de que la operación fructificase, los nuevos propietarios tendían que negociar la salida de Pereira.

Sobre la situación del colegio se pronunció ayer el alcalde lalinense, José Crespo, quien pidió tranquilidad a los padres pues, a su juicio, "el centro debe tener futuro". El mandatario, en respuesta a las críticas del PSOE, lamentó la utilización partidista de la situación que atraviesa el colegio y aseguró que su estrategia se basó en trabajar y negociar con todas las partes implicadas en el conflicto para lograr la continuidad del centro, pero sin hacer público el contenido de sus múltiples encuentros. "Al final ya se verá el resultado, que puede ser muy o menos satisfactorio, pero a mí me gusta hablar cuando los temas están cerrados". Crespo insistió en que el Sagrado "tiene posibilidades de salir adelante sin duda" y apeló al importante trabajo realizado desde el Concello para lograr este objetivo.

Contra la especulación

Crespo admitió haber trasladado a las partes implicadas la posibilidad de que, en caso de que el colegio acabase quebrando, habilitar un parque en su parcela. No obstante, adujo que cuando habló de recalificación del suelo lo dijo "porque me llegó alguna idea peregrina de que alguien quería hacerse con el colegio para poder especular urbanísticamente, motivo por el que expliqué que esto o mantiene "su uso educativo o para nada más". Y añadió: "Si alguien tiene afán especulatorio, que pierda ya toda la esperanza". El alcalde mantuvo contactos en la noche de anteayer con una de las partes implicadas, y fue informado de un posible final con resultado satisfactorio para trabajadores y alumnado.