Los participantes en la experiencia 'Deza, dous camiños, un destino' recorrieron ayer la novena etapa del Camino de Invierno, de 18 kilómetros entre Diomondi y Penasillás. Aprovechando una tregua del tren de borrascas, una decena de personas (incluído Papá Noel) disfrutó del paisaje espectacular de la Ribeira Sacra en la bajada y subida a Belesar. Terminaron la caminata en la aldea de Penasillás degustando un cocido. La siguiente etapa será el 12 de enero y llegará a Rodeiro.