Las obras de mejora programadas para cuatro calles del centro de Lalín quedan pospuestas hasta el año que viene. El gobierno del Partido Popular quiere revisar los proyectos que había dejado hechos el cuatripartito porque "tenían unos defectos importantes", según indica el alcalde, José Crespo Iglesias, que confía en poder adjudicarlos durante la primavera de 2020. Se trata de los proyectos de reurbanización de Calzada, Monte Faro, Maruja Gutiérrez y Memorias dun Neno Labrego, los tres últimos pactados con el PP en la oposición.

"Estamos remozando los proyectos, los revisaron nuestros técnicos y les van pasar la documentación a las empresas", declaró ayer Crespo a una radio local. Estas revisiones se llevarán a cabo entre técnicos municipales y las empresas adjudicatarias y, en cuanto concluyan, los proyectos serán planteados a los vecinos para "no encontrarnos con sorpresas cuando se contraten", apostilla. En todo caso, "a mi no me gusta hacer obras en el invierno, solo las imprescindibles, por lo que, si las podemos adjudicar en la primavera, mucho mejor", subraya Crespo, que entiende que "el momento de hacer las obras públicas es desde abril hasta septiembre", a excepción de "las imprescindibles".

Plazas de A Vila y Galicia

Otra actuación heredada del anterior gobierno es la reforma de la Praza da Vila, cuyo remate estaba condicionado por la sobrepoblación de estorninos. El alcalde da por solventado este problema, tras la aplicación de ultrasonidos para ahuyentarlos. Pero considera que, dadas las actuales condiciones meteorológicas, tampoco corre prisa rematar la obra. "Ahora da igual una semana más o menos. Lo que quiero es que quede bien, y lo antes que sea, si no es una semana son dos", manifestó ayer el mandatario.

Pero insiste en que "lo importante es que quede bien y no haya que ir remendando, como en la Praza de Galicia". Alude Crespo a un "cónclave" días atrás entre director de obra, empresa y Concello. "No sería por cuestión de tiempo, que echó casi el doble del concedido, y aun así quedó con defectos importantes, porque alguno de ellos tiene difícil solución", lamenta el regidor. Se refiere, por ejemplo, a zonas "mal peraltadas, con lo que el agua no drena hacia fuera y forma charcos en el cemento".

Calefacción del consistorio

Por otro lado, la calefacción del consistorio no estará arreglada definitivamente hasta "dentro de un año y pico, por lo menos", calcula el regidor local, que echa la culpa a la falta de mantenimiento del edificio desde que venció el contrato, el 31 de diciembre de 2015. "El diagnóstico que hicieron cuesta 90.000 euros, pero queremos buscar una fórmula alternativa, porque nos parece mucho", alega. Por ahora, se ha realizado un contrato menor para que la calefacción "funcione mínimamente" este invierno.