El presidente de la Asociación Agraria de Galicia, el lalinense Francisco Bello, se reunirá el lunes con la directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, para trasladarle el resultad de las conversaciones mantenidas con agricultores, ganaderos, cazadores y responsables de los Tecores de Deza. El colectivo inició estos contactos tras el considerable aumento de los daños del jabalí en las tierras de cultivo.

La Asociación Agraria de Galicia indica que los ganaderos, ante los continuos destrozos en maizales, prados y fincas de hierba seca, reclaman "que se tomen medidas, aunque sean drásticas", para poder frenar las pérdidas. Los daños no van a quedarse en los maizales recién sembrados o en las fincas que ya han sido ensiladas, sino que en agosto el animal vuelve a entrar en los campos de maíz, para derribar las espigas maduras. Los daños son mucho más notables cuando entra una hembra con una piara.

Los cazadores, como indica el colectivo, también comparten este temor en general y confirman los daños, "pero expresan que siempre estuvieron muy limitados y presionados en el desarrollo de su actividad". Tienen en contra el "acoso constante" de los ecologistas, el respeto que deben guardar a las zonas de seguridad y que suelen servir de refugios del jabalí y la imposibilidad de entrar en los vedados y zonas quemadas con vegetación. Otras trabas son los trámites burocráticos "o la presión de las autoridades", afirma el colectivo.

No son, ni mucho menos, cuestiones nuevas. La Asociación Agraria de Galicia ya alertó el pasado 17 de octubre de la polémica que estaba levantando la política de control del jabalí. Ese día Francisco Bello mantuvo un encuentro con la recién nombrada conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, y le pidió que modificase algunos artículos del reglamento de caza para poder reducir daños. Entre los puntos a cambiar, enumeró "la reducción del número mínimo de cazadores necesarios de 10 a 5 para que se pueda realizar una batida; permitir cazar en vedados y en montes quemados" para que ninguna de estas superficies se convierta en un criadero de esta especie.

La Asociación Agraria de Galicia insiste en que hay que buscar soluciones y no enfrentamientos entre los cazadores y los agricultores con la administración. "Tenemos que aportar alternativas entre todos para minimizar los daños", recalca. Al mismo tiempo, propone que las consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural "estudien conjuntamente qué tipo de ayudas deben concederse a los afectados" por los destrozos del jabalí en sus fincas de cultivo.