Desde enero y hasta ayer, la Consellería de Medio Ambiente recibió 102 avisos por daños de jabalí en cultivos de la comarca dezana. Por municipios, desde Lalín se formalizaron 33 avisos, por 27 de Rodeiro y 23 de Silleda. El centenar de alertas se completa con 9 alertas por daños en Dozón, 7 en Agolada y 3 en Vila de Cruces.

Este año Medio Ambiente recuperó las ayudas por los destrozos que pueda causar este animal (la anterior convocatoria fue en 2017), con un montante global de 800.000 euros. Desde Unións Agrarias Jacobo Feijoo apunta que cada granja tiene derecho a un tope de 1.600 euros y apunta que, debido a la activación de estas subvenciones, muchos ganaderos optan por tramitar el destrozo ya directamente ante la administración, sin pasar por la organización agraria.

Podríamos pensar que el grueso de daños se está produciendo desde mayo, con la siembra del maíz. Pues no. En Lalín, a día de hoy la Sociedade de Caza solo tuvo un aviso por destrozos en un maizal, y tiene prevista una acción disuasoria en Noceda y Santiso. En Dozón, por el momento, "son daños asumibles", explica el presidente de la sociedad de caza, José Rodríguez, que apunta que "nunca tuvimos tan pocos avisos" y que, en este municipio, los daños se están concentrando en los prados, de modo que la incursión de jabalí afecta a la calidad del silo de hierba. Es lo que ocurre en Agolada. El presidente del Tecor Farelo, David García, calcula que entre Ventosa, Aldea do Monte y Trabancas sus ganaderos han perdido "diez ferrados de silo", y los cazadores están a la espera de que les concedan batidas, pues de momento solo les permiten esperas y monterías. "Aquí llegamos a ver piaras de varios ejemplares", apunta. Ocurre lo mismo en Rodeiro, que se ha convertido en una especie de paraíso para esta especie, con avistamientos en Arnego de hasta 14 animales juntos. Los daños son menos que el año pasado, pero eso sí, entre la entrada al casco urbano de Rodeiro y el Alto do Faro el año pasado llegaron a matarse 40 jabalíes solo en accidentes de tráfico.

Silleda es, con diferencia, el municipio que aglutina más avisos por daños en las últimas semanas, pese a que en el cómputo anual esté por detrás de Rodeiro. El presidente de la Sociedade de Caza, Pesca e Tiro, Juan Agra, explica que los daños se concentran en Escuadro, Grava, Moalde, Abades y Cervaña. Durante los últimos fines de semana los cazadores realizan esperas y hacen suelta de perros, para mover al jabalí. Están pedidas, también, acciones contra córvidos en Piñeiro y Lamela. Este colectivo celebra el 22 de este mes una asamblea para decidir si pone en marcha una cuarta cuadrilla contra el jabalí.

Los cazadores recuerdan también a los ganaderos que la orden de vedas permitirá cazar en zonas vedadas a partir de agosto y en ese periodo no será necesaria la comprobación de daños., siempre que exista una denuncia previa. José Rodríguez aplaude esta medida, que se activará el día 24. Los tecores, para evitar que el jabalí prolifere siempre en la misma zona por los vedados, pueden modificar estas zonas. Lalín quiere colocarlo en Vilatuxe, en la antigua zona de adiestramiento, y mover los de Santiso y A Xesta. Dozón cambió el que tenía limítrofe con Lalín hacia la frontera con Rodeiro, en Pena de Francia, y ello le supuso recortar el número de accidentes de tráfico.