Continúa dando mucho de qué hablar. Su envergadura y su céntrica situación la han convertido, posiblemente, en la obra más comentada de A Estrada. Piedra, hormigón, césped en rollos, árboles, bancos... cada elemento suscitó su propio comentario y cada movimiento en la zona de obra su público fiel. Muchos estradenses se convirtieron en los seis últimos meses en improvisados vigilantes de obra, asistiendo al otro lado de la valla de seguridad al casi hipnótico ir y venir de las máquinas. Todas ellas se retirarán esta semana. En tres días el vallado se esfumará y la obra habrá terminado. Tiene defensores y detractores, cada uno con sus razones de peso. Los comentarios -tanto a favor como en contra- terminarán pasando a un segundo plano. Desde este jueves la obra estará hecha y, con ella, la transformación de la zona verde y de esparcimiento más céntrica de A Estrada. Tocará disfrutar o soportar, dependiendo de los ojos que los miren, los nuevos jardines municipales.

La alameda se saca el casco después de seis meses de trabajo. Ha sido medio año de obras para transformar más de 12.200 metros cuadrados de terreno, desde la Praza da Constitución hasta la calle Castelao. Al ser preguntado por si se cumplirá el plazo, el alcalde estradense, José López Campos, no albergaba ayer dudas al respecto, después de visitar a primera hora de la mañana el recinto. Explicó el mandatario que hoy mismo llegará una nueva remesa de césped -la hierba artificial en tepes que se ha extendido cual una alfombra en los últimos días en distintas zonas- para completar el ajardinamiento. Para ello, ayer se preparó el terreno en la zona que bordea el lugar que ocupará la nueva cancha deportiva, por ejemplo.

López indicó que hoy está previsto concluir los trabajos de hormigonado, aplicando este material en la plaza central y en el pasillo que la bordea. Este espacio se dejó para el final para permitir el tránsito de la maquinaria. Toda ella se retirará mañana miércoles, permitiendo ya las labores para nivelar y acondicionar el terreno en la parte posterior de la casa consistorial, procediendo seguidamente a cubrirla con el verde tapete que contrasta en tonalidad con el blanco escogido para las zonas duras del nuevo parque.

De igual modo, hoy los trabajos también reservarán protagonismo al palco de la música, en el que ya se comenzó a actuar en la tarde de ayer. Se aplicará un decapado de las verjas y se pintará de nuevo, renovando también la instalación eléctrica del templete, después de instalar la que, desde el suelo, le conferirá una monumental iluminación indirecta.

La Praza da Constitución también reclama estos días su protagonismo en la obra, aunque se haya liberado en gran medida de la zona de vallas. Ayer se instalaron los mástiles que permitirán izar cuatro banderas, colocándose por la tarde una barandilla para preservar la zona del desnivel existente. En esta recta final continuarán los trabajos en este espacio con la retirada de los contenedores subterráneos y se rematará la zona aplicando el mismo adoquinado verde que ya tiene la confluencia de esta plaza con la calle Serafín Pazo.

La jornada de jueves se reservará para los remates y la limpieza. De este modo, López Campos aseguró que la alameda estará lista para abrirse a los vecinos el viernes, coincidiendo con la celebración de las Letras Galegas y convirtiéndose en el escenario para la ofrenda floral que cada 17 de mayo se realiza ante el monolito que recuerda a Marcial Valladares. "Es una muy buena forma de abrir la alameda al público", consideró el mandatario estradense.

El viernes llegará, pues, el momento en que los estradenses recuperen su alameda, ahora con 5.000 metros cuadrados más y con una imagen completamente transformada. La imagen del antes y el después lo muestra ya, aunque todavía es preciso actualizar la foto definitiva que resuma la renovación de este ámbito.

Y es que, aunque la alameda se libere de las vallas, falta una parte importante que han de someter a juicio los estradenses de menor edad, aquellos que opinarán de la alameda sin el más mínimo deje político en sus impresiones. Los niños tendrán que esperar todavía unas semanas hasta que desembarquen las estructuras de juego que equiparán tres espacios de ocio en esta alameda.

Son muchas las cifras que se pueden extraer de esta obra, desde la fuerte inversión que supuso hasta su casi 800 metros lineales de bancos, pasando por sus cinco plazas -con unos 5.500 metros cuadrados- o sus 5.214 metros de zona ajardinada. Cada una de estas cifras terminará diluyéndose con el paso del tiempo hasta quedar olvidadas por completo, en favor del número de estradenses que, recelosos o convencidos, termine haciéndola suya. Para eso es. La cifra de hoy la marcan las pocas horas que quedan para que los jardines municipales se quiten, al menos por ahora, el casco y caiga la valla.