El colectivo ecologista Adega presenta una alegación contra la solicitud que presentó Explotaciones Gallegas (Exga) para acometer un drenaje temporal de la antigua mina de cobre de Touro y evitar así que las escorrentías de agua con metales lixiviados sigan afectando a los cauces de los riachuelos Portapego y Felisa. El proyecto bombeará las aguas de estos regatos así como de la balsa de Angumil hacia la balsa de Vieiro para "su posterior tratamiento".

Adega indica que la capacidad de esta balsa es limitada, así que calcula que podrá funcionar como mucho durante 6,8 meses. Recalca que, una vez en dicho estanque, en realidad "no está previsto ningún tratamiento para corregir la hiperacidez y la alta carga de metales pesados, tan solo su bombeo". De este modo, los problemas de contaminación afectarán primero a la balsa de Vieiro y después a la cuenca del regato Pucheiras, "agravando los problemas de contaminación que ya soporta".

Teme que una vez que comiencen las obras de extracción, la empresa Atalaya Mining (de la que forma parte Exga), vuelva a bombear las aguas al dominio público hidráulico "sin acreditar su correcto tratamiento a pesar de la grave contaminación que presentan".

Evidencia esta contaminación en el hecho de que los cauces acabaron generando organismos extremófilos por la naturaleza hiperácida del agua y que Exga no quiere atajar por su presunto interés científico.

Por última Alega protesta contra la afirmación de que estos riachuelos apenas aportan carga contaminante al río Lañas, que desemboca en el Ulla. Según las analíticas del propio organismo de cuenca realizadas en los puntos de vertido y las estaciones de control de calidad de las aguas de los ríos que drenan la cuenca minera, incluidos el Lañas y el Ulla, se supera las normas de calidad ambiental y los valores fijados e dos decretos.