Conoció a su esposa, oriunda de Guitiriz, en 1975 porque los dos escribían en una revista anarquista. Tras acabar sus estudios de Económicas en Madrid, sacó plaza para trabajar en un banco en Extremadura y a los tres años tuvo la oportunidad de escoger Noia como destino, para después pasara Narón, Lalín, Santiago y de nuevo Lalín. Lleva viviendo en Agolada, donde su mujer ejerce como médico, 28 años, y se defiende bastante bien en gallego, una lengua que habla "por una cuestión de principios". Escribe, participa en actividades solidarias y en todo este tiempo ha visto cómo llega a Deza gente de otras latitudes. Apunta que todos "tenemos mucho que aportar", a la vez que añade que Lalín "es una villa complicada para mantener relaciones e integrarse, aunque cambió mucho, y a mejor".