El Partido Popular de Lalín exige al alcalde, Rafael Cuíña, que atienda las peticiones de los vecinos del entorno de las calles Otero Pedrayo y Fonte Sanguiña, que cumpla el acuerdo plenario del mes de diciembre y "descarte ya" el proyecto de parque canino en el entorno de la estación de autobuses. Entiende que está "totalmente errado" en su ubicación, "mal dimensionado por el poco espacio del que disponen" y que produciría "un daño importante" a los vecinos de las calles aledañas.

Los populares están de acuerdo con la construcción de un parque para perros en Lalín, pero entienden que la ubicación escogida "es de las peores al estar en una zona con muchas viviendas". Rechazan la gestión "de espaldas a los vecinos" e instan a Cuiña a "descartar ya el proyecto, dar la cara y dejar de ignorar a los vecinos, escondiéndose detrás de Celia Alonso [edil de Medio Ambiente, Parques y Jardines]". "Los vecinos ya no saben qué es lo que tienen que hacer para decirle al gobierno que allí no quieren el parque canino", aducen.

"Si hoy el proyecto sigue adelante, con el rechazo vecinal y con la voluntad mayoritaria de la corporación en contra, es porque Cuíña ni se paró un rato a escuchar a los vecinos, a los que derivó a la concejala, como si todas las decisiones que se toman en el Concello no le incumbiesen a él también", afirman desde el PP. Instan al regidor municipal a "dejar claro" a los afectados si está de acuerdo o no en seguir adelante con este proyecto "pernicioso" para los vecinos más próximos. Sostienen que fueron "totalmente dialogantes y negociadores" para que se atendieran las peticiones vecinales, pero advierten de que "han agotado la paciencia" y que "adoptarán las medidas necesarias para que el 'escondido' Cuíña tome ya la decisión de rechazar un proyecto que nació mal y que no hizo más que ir a peor".

Por último, el PP condena "el intento de silenciar las quejas de los vecinos" con la destrucción de la base de madera de la pancarta que colocaron en el solar elegido para el parque. A quien lo hizo "parece que le molesta que los vecinos defiendan sus derechos", por lo que "no van a permitir que se intente callarles la boca", porque en este caso "tienen toda la razón". La pancarta fue recuperada ayer por los vecinos y colocada en un edificio de Otero Pedrayo.