Las dos rutas jacobeas que transcurren por la comarca dezana registran un aumento de peregrinos que es más evidente en el Camiño de Inverno, oficial desde el verano de 2016. Este itinerario, que entra en Deza por Rodeiro y se une en Lalín con la Vía da Prata, contabilizó durante 2018 un total de 702 caminantes, muy por encima de los 555 que había tenido en 2017 (en concreto, supone un aumento de 147 romeros). Los datos de la Oficina do Peregrino indican que en diciembre pasaron por esta ruta 27 personas, bastante por debajo de las 65 que tuvo en diciembre de 2017. Para compensar, el Camiño de Inverno consigue mejorar sus cifras sobre todo en primavera y verano. De hecho, su afluencia más alta fue en el pasado mes de julio, con 177 caminantes (en 2017 habían sido 55).

La Vía da Prata tiene una afluencia mucho mayor, ya que cierra 2018 con un global de 9.162 caminantes. Pero esta cifra solo supera en 24 dígitos a los 9.138 de 2017. Igual que ocurre con el Camiño de Inverno y las otras siete rutas jacobeas oficiales, la Vía da Prata nota la caída de caminantes durante los meses de invierno, de modo que cierra diciembre con 84 peregrinos, también por debajo de los 101 del mismo mes de 2017. El Camino del Sudeste, como también se conoce a este itinerario, tuvo su mejor cifra también en julio, con 1.571 transeúntes.

Así pues, entre las dos rutas jacobeas suman 9.864 caminantes, sobre un total de 327.342 que llegaron a Compostela durante el asad año. Son, en porcentaje, poco más del 3% del total. Las rutas que soportan mayor afluencia son el Camiño Francés y el Portugués.