Con carácter general, a nivel estatal, los datos del estudio de Unespa indican que la probabilidad de accidente de los conductores jóvenes (entre 18 y 35 años) es superior a la de los conductores de más edad. Señalan que la probabilidad de sufrir un accidente grave siendo un conductor muy joven es aún mayor.

La posibilidad de que un conductor entre 18 y 35 años tenga un accidente grave es 1,8 veces mayor que la probabilidad de que lo padezca una persona de más de 35 años. Esta probabilidad, sin embargo, es muy variable incluso dentro de los años de la juventud. Mientras que a las edades más jóvenes es la probabilidad de tener un accidente es hasta cinco veces la de los conductores mayores de 35 años, esa probabilidad disminuye conforme el conductor cumple años.

Cuando se observa esta evolución en términos porcentuales se puede ver que la etapa más difícil es la anterior a los 26 años de edad. Entre los 18 y los 27 años es la franja de edad en la que la probabilidad de siniestro grave es el doble o superior a la de un conductor experimentado. Los conductores de 18 tienen seis veces más probabilidades de tener un accidente grave que un conductor de más de 35 años. Otro fenómeno que muestra el estudio es que, cuando se analizan los vehículos involucrados en colisiones, los de dos ruedas tienden a sufrir más accidentes graves. Un dato especialmente llamativo es el de los ciclomotores. Según el estudio, un conductor menor de 35 años y con menos de un año de experiencia tiene 7,5 más probabilidades de sufrir un accidente grave que una persona que lleva más de una década conduciendo este tipo de vehículos.