Pequeños y mayores disfrutaron ayer como niños de la tradición caballar en A Estrada. La Feira de San Martiño, organizada por el Concello y Sociedade Cabalar da Estrada (Socade), brindó a toda la familia la oportunidad de gozar del mundo del caballo. Los que cuentan más primaveras se reencontraron con la habitual feria de ganado equipo en el recinto ferial de Guimarei, enriquecida ahora con los concursos morfológicos de Pura Raza Galega (PRG) y cruzados. Los más pequeños tuvieron la oportunidad de subirse por primera vez a un caballo con la recuperación de los bautismos hípicos para esta concurrida cita.

Los concursos morfológicos arrancaron, al igual que la actividad ferial, a primera hora de la mañana y se prolongaron hasta entrada la tarde. Desde Socade se confirmó que este certamen distribuyó más de 1.300 euros en premios Entre los ejemplares de Pura Raza Galega, José María Costa se llevó, con Perla I, el galardón en la categoría de yeguas, quedando segundo Lino Freire con Tamago y resultando tercero Miguel Alonso con Anduriña. En sementales, Jalisco, de Lino Freire, quedó primero; Albariño II, de Enrique Duro, obtuvo el segundo puesto y el bronce fue para Macareno, de Adrián Martínez.

Entre los potros de esta raza se impuso Dana, de Lino Freire, que también se llevó el segundo premio con Galaxia. Nicolás, de José María Costa, quedó tercero.

En cruzados, Ola CS, de Fernando Cebeiro, ganó entre las potras -Gala MR fue segunda (Manuel Míguez) y Cabrida (de Ismael Rivas), tercera- y Muñeco II, de Juan Touceda, entre los potros. Entre estos últimos fue segundo Dique CN (de Manuel Cajaraville) y Novillero II (Juan Touceda).

Entre los caballos cruzados se impuso Elmo, seguido de Caramelo y Altanero. En la categoría de yeguas cruzadas la primera fue Rosa (de Héctor Domínguez), seguida de Lujosa y Palmera.

Una de las novedades de este año se reservó para el final. Socade incluyó ponis en los concursos de esta edición, con la participación de Tango, Everest y Duquesa. Esta última fue la ganadora.

La tradición caballar no se quedó en Guimarei. Una ruta recorrió el centro de la villa para que el San Martiño relinchase, un año más, en la capital estradense.