El Concello de A Estrada suma casi un centenar de perros potencialmente peligrosos censados. Todo el que posea o pasee un animal de este tipo debe disponer de una licencia para la que se exige un certificado de pensales específico y una autorización firmada para pedir certificación de sanción negativa de maltrato de animales. Además deben aportar una solicitud, fotocopia del DNI, volante de empadronamiento, psicotécnico, pago de tasas (2,35 euros por licencia y 6,72 por inscripción en el registro municipal), foto de tamapño carné, documentación del perro (cartilla de vacunación y microchip) y póliza del seguro con un mínimo de responsabilidad civil de 125.000 euros así como comprobante de pago bancario. En los últimos meses una modificación legislativa incluyó a los bull terrier en esa lista.

Constenla entiende que el Concello no puede actuar en el caso de Ribela. "Si ni siquiera la Guardia Civil le quita los perros...", apunta. Señala que lo único que puede hacer el Concello en materia de perros es imponer sanciones de infracciones leves (como pasear al perro sin estar inscrito) cuando desarrolle la ordenanza al respecto que aun no tiene. Las graves o muy graves no serían competencia del Concello, indicó.