El servicio de Neonatoloxía del Área Sanitaria de Santiago incorpora la técnica ECMO (del inglés Extracoporaeal Membrane Oxigenator, Membrana de Oxigenación Extracorpórea) para tratar a los recién nacidos muy graves con problemas respiratorios y que no respondan a la terapia convencional o bien para una depuración rápida de la sangre de algunas sustancias que podrían ser nocivas y que es preciso eliminar para evitar secuelas cerebrales, como sucede en algunas formas graves de enfermedades metabólicas hereditarias.

En base a las explicaciones ofrecidas ayer, la ECMO es una terapia altamente invasiva que ya se utiliza en la unidad de cuidados intensivos de adultos en pacientes graves y que ahora también se podrá utilizar en neonatos. Está basada en un circuito de tubos donde se intercala un oxigenador, una bomba que impulse la sangre y un sistema de calentamiento e la misma. La sangre del paciente se extrae de su sistema venoso y se le inyecta nuevamente una vez oxigenada.

Desde la Xerencia de Xestión Integrada de Santiago se indicó que la introducción de la ECMO en las unidades de cuidados intensivos neonatales mejoró la supervivencia de recién nacidos con patología cardiorespiratoria grave en los últimos años. Al tratarse de un sistema tan específico, únicamente se debe utilizar en unidades muy especializados en manejo de pacientes graves y con un personal perfectamente cualificado y formado en el manejo de esta técnica. Así, en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela se aplica a pacientes adultos pero ahora también se incorpora al Servizo de Neonatoloxía de la mano de dos neonatólogos altamente especializados para ella. Se trata de Carolina López Sanguos y Alejandro Pérez Muñuzuri. Ambos indicaron ayer que, aunque los criterios son estrictos, confían en "mejorar mucho el pronóstico" de sus pacientes más críticos " a los que les puede suponer sobrevivir a pesar de su patología muy grave pero potencialmente reversible".