El alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, firmó en la mañana de ayer con la empresa Taboada y Ramos los contratos que permitirán ejecutar las obras de construcción de la rotonda de O Montserrat (Donramiro) y de un nuevo paquete de avance de pistas y accesos en diferentes puntos del rural del municipio. En total, estas dos actuaciones -que se acometerán durante este verano- fueron adjudicadas por un imponerte global de cerca de 386.000 euros, de los que unos 161.000 corresponden a la glorieta y los 225.000 restantes a la intervención en las pistas. El gobierno municipal estima que las actuaciones de la rotonda de Donramiro podrían iniciarse en un plazo aproximado de dos semanas, mientras que los trabajos en las pistas podrían empezar ya la semana que viene.

El proyecto que permite mejorar la ordenación del tráfico también se afronta como inversión financieramente sostenible, una actuación "de máxima importancia", pues, señala, servirá para mejorar la fluidez del tráfico e incrementar la seguridad viaria para patones y vehículos en la intersección de las avenidas Xosé Cuíña y Madrid, un punto especialmente conflictivo dentro de la trama urbana, y permitirá incrementar las condiciones de la conexión viaria y la accesibilidad entre el casco urbano y Donramiro, dando además respuesta a las demandas de los vecinos.

La glorieta, como estaba previsto, tendrá 50 metros de radio y ocupará entre 600 y 700 metros cuarados, en unos terrenos para cuya cesión se firmaron diferentes convenios con los 11 propietarios afectados.

El diseño de la nueva rotonda, tal y como se establece en el ruego de prescripciones técnicas referentes a la solución estética, tiene una escultura que hace referencia a cercanía del Castro de Donramiro y a los restos arqueológicos encontrados en la zona como elemento central. Asimismo, se trata de una propuesta que embellecerá la zona y que guardia perfecta armonía e integración estética gracias al conjunto de elementos propuestos con las glorietas próximas, como la rotonda del Alto de Valles, la rotonda de Wily y la de conexión de la calle Corredoira con Ponte. La propuesta emula a los antiguos castros y alude a la cultura y la tradición popular, mezclando tradición y progreso. La disposición de los elementos de hierro y madera, en espiral hacia arriba, refuerzan el sentido castreño al incluso tiempo que habla de evolución y progreso.

Su basto acabado le otorga un carácter efímero y alejado en el tiempo, al tiempo que lo se hace próximo y cotidiana para los vecinos. Dada la cercanía con el punto kilométrico cero, cada uno de los cuatro postes centrales se dirigen cara cada uno de los puntos cardinales, correspondiendo al oeste lo te pones más alto. Los huecos juegan un papel importante, no sólo en el volumen y equilibrio de la escultura, sino también con el propósito de conseguir algún interesante efecto de luz. El diseño fue encargado por la empresa concesionaria de las obras al artista afincado en Donramiro Salvador López Torres.

Pistas

En el que se refiere a las actuaciones en la zona rural, este nuevo proyecto de avance de pistas y accesos rurales permitirá el avance de pistas en Toimil, Alperiz, Maceira, Losón, Chares, Palio y Porcallos. Se trata del segundo lote de actuaciones incluido en un proyecto en el que ya este año se llevaron a cabo las obras de recrecido y pavimento en una pista de Froxán (Castro) y del acceso a Fondevila (Donsión). Mientras estas dos primeras actuaciones se financiaron con cargo al Plan Concellos de la Diputación provincial, el segundo, cuyo contrato se firmó también en el día de ayer, se sufraga con cargo a superávit presupuestario.