"Ancha es Castilla" es uno de los refranes más populares en cuanto a la comunidad vecina. Por eso, la Escola de Música y la Banda de Música Municipal de Silleda lo escogieron como lema para su undécimo Día da Música, que ayer se celebró en la Carballeira das Pedrosas. Pero no olvidemos que Castilla-La Mancha también existe, y de ahí que las dos autonomías estuviesen presentes en el programa festivo de ayer. Castilla y León lo hizo ya en el pasacalles que ofreció la Asociación de Tamborileros Zamoranos, acompañada de cabezudos, desde la Escola de Música hasta el citado pulmón verde. A media tarde, el espectáculo El cantar del mío Cid, a cargo de los alumnos de la escuela silledense, volvía a poner a esta comunidad en el epicentro de la fiesta.

Pero el caballero Rodrigo Díaz de Vivar no fue el único que se paseó por tierras trasdezanas. Otro caballero, en este caso manchego, también tuvo su impronta en el Día da Música. Don Quijote y su escudero Sancho viajaron silueteados en un molino de viento, a escala, que despertó la curiosidad de más de uno. Por si esto fuera poco, los alumnos de Máisquedanza animaron a medianoche la velada con la hoguera y el espectáculo En un lugar de la Mancha...

A lo largo de la jornada, amén de la degustación de tapas típicas de las dos Castillas, hubo tiempo para un concierto conjunto de la Banda de Música de Silleda con la colaboración de Vanesa Muela, Luís Pedraza, el grupo de baile tradicional Doña Urraca y el coro de niños de la escuela trasdezana. Muela también ofreció un pase a mediodía con Odaiko, y sobra decir que la cena se prolongó hasta altas horas.