La Casa da Cultura de Rodeiro acogió ayer la charla denominada "Apálpate" organizada por la Federación de Asociacións de Mulleres Rurais de Galicia (Fademur) en colaboración con la Asociación de Diagnosticad@s de Cancro de Mama (Adicam). La actividad estuvo dirigida por la enfermera Pilar Rey.
-¿Cómo ha ido la charla?
-Muy bien. Se trataba de realizar una charla informativa en la que tanto mujeres como hombres conozcan lo importante que puede ser detectar alguna anomalía en la mama a tiempo si es de tipo maligno. Cuanto antes se pille la curación es más efectiva y los tratamientos no son tan agresivos. Quería enseñar a mujeres y hombres a conocer sus mamas para que ante cualquier anomalía acudan al médico y éste siga con el procedimiento. No todos los bultos que aparecen en las mamas tienen que ser cáncer. La mama sufre otras enfermedades, y eso es lo que pretendía transmitir.
-¿Haría falta enseñar a la gente a saber tocarnos y reconocer si tenemos un tumor en las mamas?
-Lo importante es hacer la exploración, y de hecho es aconsejable hacerlo mensualmente. Lo fundamental es que tú aprendes a conocer tu cuerpo, y en este caso son las mamas. Desde luego, si hay algo extraño te vas a dar cuenta enseguida, y entonces tienes que ir al médico porque tú no te vas a diagnosticar nada porque no sabes. Es una alerta necesaria, sin duda
-Usted padeció la enfermedad, ¿cómo fue la experiencia?
-Yo hace cinco años que estoy operada de un cáncer de mama, es decir me hicieron una mastectomía, pero estoy muy bien. A raíz de ahí me dije a mí misma que le iba a dar guerra al cáncer, y eso es lo que hago. Intento informar a las mujeres para que, si es posible, ellas no pasen por lo mismo que yo.
-¿Hay diferencia entre el rural y la ciudad en cuanto al nivel de detección de la enfermedad?
-No hay tanta diferencia como podría parecer. Lo que sí es cierto es que en las ciudades hay más medios y, a lo mejor, más información porque es donde se realizan más charlas o congresos dedicados a este tipo de patologías. Sin embargo, nadie se acerca a las aldeas para informar. Por eso entre sus funciones Adicam tiene la de ofrecer charlas sanitarias, y en ello estamos. En esta sociedad se trabaja muchísimo y es algo muy positivo.
-¿Cree que algún día se le ganará la batalla al cáncer de mama?
-Yo creo que sí porque soy una persona muy positiva. Y no lo digo sólo porque tengamos que hacernos autoexploraciones, los investigadores están trabajando muy duro en el cáncer de mama, pero también en el resto de tumores. Cada día hay más avances, hoy (por ayer) leí que se había realizado con éxito un experimento en Santiago. De hecho, y aunque la incidencia del cáncer de mama vaya en aumento, tenemos la ventaja de que la mortalidad disminuye, y eso se debe a la detección precoz, a los nuevos tratamientos y a la rapidez en el diagnóstico. Yo no lo veré, pero tengo toda la confianza en que al final se le acabará venciendo.
-¿Cuál es la incidencia del cáncer de mama en el hombre?
-Por supuesto, es mucho menor que en el caso de las mujeres. En el hombre no llega al 1 por ciento el tumor de mama padecido. Sin embargo, es el que más padece la mujer. La incidencia en el hombre se suele presentar más tardíamente que en la mujer. En el hombre alrededor de los 60 años es cuando hay mayor incidencia, y en la mujer aparece antes, entre los 50 y los 65 años. Eso no quiere decir que no se presente antes o después. Cada vez está apareciendo en gente más joven, desgraciadamente.
-¿Eso podría hacer que el hombre se descuide más en la detección precoz de la enfermedad?
-Normalmente en el hombre la mama no es una parte de su cuerpo que explore más, pero a veces el hombre también puede tener la enfermedad benigna de la mama, como es la ginecomastia, que es un aumento de la glándula y no es nada maligno. El hombre lo que tiene que hacer es lo mismo que le recomendamos a la mujer, que es de vez en cuando explorarse y si nota algo distinto en esa zona, tendrá que acudir al médico para ponerse en sus manos y que le diagnostique correctamente lo que padece.
