El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, quiere rematar este mandato (es el séptimo de su carrera política) con una obra que contribuya a dinamizar el casco urbano. Si meses atrás se dieron los primeros pasos para la construcción del centro lúdico para mayores en las antiguas viviendas de profesores del CEIP Nosa Señora da Piedade, ahora la intención del gobierno es dar un profundo lavado de cara al núcleo del municipio, con la humanización de varias rúas y la dotación de una zona peatonal por, precisamente, el entorno del centro educativo y la pista de pádel que se construirá anexa a dicho centro de mayores. Con esa peatonalización se reforzará, sin duda, la seguridad vial, puesto que la idea es que los niños utilicen también esa instalación deportiva.

La humanización afectará, entre otras, a la rúa Neira Vilas y a la Rúa do Cine. El regidor explica que se atenderá a la remodelación de las aceras -en algunas calles faltan-, así como a la mejora de la iluminación. Se trata, en definitiva, de sumarse a la tendencia que siguen desde hace unos años villas y ciudades pequeñas, la de slow cities o ciudades lentas, en las que se prima el bienestar de los residentes y la seguridad de los peatones frente a la circulación rodada. En España existen ya numerosos ejemplos: desde la cercana ciudad de Pontevedra (con numerosas zonas peatonales) hasta Bigastro, en Alicante, o Pozo Alcón, en Jaén. Sin salir de Deza, Lalín y Silleda hace un par de años también se sumaron a otra tendencia similar, la de Ciudades para los niños, en la que también se apuesta por espacios urbanos pensados para los más jóvenes y que recuerdan, de algún modo, a aquellas plazas de pueblos y aldeas en las que los niños podían jugar sin ningún tipo de peligro por el tráfico.

En el caso de Vila de Cruces, esta profunda remodelación supone una inversión que roza los 500.000 euros, en una primera valoración. Esta cuantía se cubrirá, en parte, con el superávit de 2017, cifrado en 742.000 euros. Pero, al no poder destinar toda esta cuantía a dicha obra, el gobierno cruceño tendrá que solicitar ayuda a otras administraciones supramunicipales. Por el momento, la iniciativa se encuentra aún en ciernes, de modo que habrá que encargar aún el proyecto. Otero prefiere no dar plazos para la materialización de esta propuesta, e indica que en cualquier caso esta actuación no depende del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que todavía está en trámites y en proceso de adaptación a los informes que remitió la Dirección Xeral de Patrimonio o Carreteras, tras la aprobación inicial del documento en 2014. Por el momento, el planeamiento urbanístico del municipio se rige por las normas subsidiarias. En este sentido, el regidor insiste en que no existen problemas de suelo para poder edificar tanto en el ámbito urbano como en las parroquias del rural.