"Las discrepancias entre Procino y Cuíña comenzaron desde el mes siguiente a la noche electoral", afirma el edil no adscrito, que critica que el alcalde tardase "más de un mes y medio" en reunirles y que "nunca" les pidiese opinión para negociar las carteras o los pactos con otros partidos. "Katia nunca fue capaz de entenderlo, y tampoco Tomás [Vilariño] ni yo ni otros", sostiene Juan José Cruz, que se une a la tesis del PP sobre "la crisis de gobierno".

El edil no adscrito lanza guiños y elogios a Procino, "prima y amiga", con quien quiere hablar y "tenderle una mano" y de quien destaca sus "virtudes" y "capacidad" para llegar a ser "un animal político". "De esta forma no va a luchar por cambiar Lalín ni implantar su ética y moralidad en la política -alega Cruz-. La puerta de atrás no es el lugar por donde debe salir esta mujer llamada a hacer llegar la voz de los de abajo a la política". Así que le aconseja "descanso, reflexión y buscar un nuevo horizonte", al tiempo que se brinda como "canal de sus propuestas". Apunta que se sentía "mal pagada" para las responsabilidades que tenía y que "hace más de un año empezó a rebajar la carga de trabajo". E insinúa que su marcha tiene que ver "con la política de productividades a dedo" o "el enfrentamiento de Cuíña con los sindicatos". Concluye que el futuro edil José Manuel Fernández le parece "más fácil de manejar".