La implantación de las comunicaciones móviles precisa de unos sistemas con los que las empresas dan servicio a sus abonados. En cinco años la instalación de antenas de telefonía móvil en las comarcas se disparó en casi un 150% y según el último informe del ministerio en Deza y Tabeirós-Montes están operativos un total de 445 postes. La proliferación de las empresas -aunque algunas de ellas establezcan acuerdos con otras para la utilización de su red- y las particularidades orográficas del terreno implican que para dotar de un óptimo servicio sea necesario levantar un gran número de antenas y aún así en persisten ciertas zonas de sombra.

El territorio lalinense, con 140 antenas, es el más poblado de estas infraestructuras. En el término municipal silledense están repartidas 81 y 41 en Vila de Cruces. En Rodeiro son 13, las mismas que en Agolada, mientras que en Dozón hay hasta 34. En A Estrada operan 84, otras 24 corresponden al municipio de Forcarei y, por último, en Cerdedo están distribuidos una quincena de postes. Por la instalación de estas antenas y su distribución en función de los abonados, los concellos también perciben fondos del canon, al margen de los tributos municipales en cada caso. El reparto es el siguiente: Lalín (61.509 euros), Silleda (34.587), Vila de Cruces (17.905), Rodeiro (6.012), Agolada (5.971), Dozón (13.622), A Estrada (40.126), Forcarei (10.635) y 6.477 euros para Cerdedo.