El Concello de Lalín abrió ayer una investigación sobre un presunto vertido de purín en el paseo fluvial del Pontiñas, tras levantar la voz de alarma varios vecinos que utilizan esta zona de esparcimiento. Según declaran varios testigos, el vertido se localiza en el kilómetro 5 del paseo, aguas arriba de la laguna inferior. Además del color pardusco que presentaba el agua, se detectaba también a simple vista la presencia de aceite flotando, por lo que no se descarta que estos restos procedan del lavado de alguna cisterna de purín. Además, en las inmediaciones del lugar quedaron marcadas sobre el suelo las ruedas de maquinaria agrícola. La edil de Medio Ambiente, Celia Alonso, insiste en la necesidad de concienciar a los vecinos para que no realicen ningún tipo de vertido en aguas pluviales, ya que terminan en el río. Los usuarios alertan además de que en esta zona se alimentan una pareja de garzas reales y una nutria.
