En menos que canta un gallo el turrón llama a la puerta. La Navidad llega antes cada año y, con ella, un amplio surtido de tentaciones para el paladar, cuyo precio acaban pagando las caderas y la eufemísticamente llamada línea de flotación o curva de la felicidad. Quienes quieran reservarse para entregarse en cuerpo y alma al postre navideño, lo tienen crudo. Y es que, antes de perder el gusto entre polvorones, mazapanes y empiñonadas, la celebración de Todos los Santos y Difuntos llegará acompañada de su particular vertiente repostera. A ver quién se resiste.

La tradición de los bautizados como huesos de santo o los panellets está totalmente instalada entre los consumidores de A Estrada para conmemorar la festividad del 1 de noviembre. Las pastelerías locales lo tienen claro y despliegan estos días toda la artillería en sus obradores para que sus clientes puedan llevarse a casa un amplio surtido de estos postres típicos.

Almendra y azúcar son la materia prima de los huesitos de santo. Con ello se elabora una pasta a la que se le da forma de canuto, simulando así la forma de un hueso, que después se rellenará. En este punto sobran gustos y colores. Almendra, nuez, chocolate, yema, moca, crema de limón, de naranja... La variedad es muy amplia.

Los panellets son, quizás, más recientes en el mercado local. Son un dulce típico de zonas como Cataluña, Aragón, Valencia o Baleares. "Lo que no quiere decir que los de aquí sepan peor", bromearon ayer desde la Confitería La Milagrosa. De nuevo en este caso la almendra y el azúcar son fundamentales para la elaboración de unas piezas que no van rellenas pero que sí se ofrecen también en una amplia variedad de sabores.

Un denominador común entre huesitos de santo y panellets es el trabajo artesanal y concienzudo que requieren, ya que en las pastelerías de A Estrada se elaboran uno a uno y completamente a mano.

En La Milagrosa ofrecen este año una decena de variedades de sabores en los huesitos, junto con un amplio surtido de panellets. La oferta de postres típicos de Santos se completa en esta dulcería con Piñonates y buñuelos. "La gente prueba y le gusta", explican, tras recordar que el año pasado hubo que hacer varias remesas de estos dulces al comprobar la respuesta del público. "Invitamos a la gente a que los pruebe, incluso a quienes dicen que no les gusta el mazapán. Es que no tiene nada que ver", señalan. En este establecimiento comenzaron ya a vender este surtido el fin de semana pasado y mantendrán la oferta hasta el fin de semana después de Santos. Calculan que el año pasado elaboraron más de un millar de unidades de huesitos y panellets. "Y no quedó ninguno".

En Pastelería Mimela este fin de semana será el de más ajetreo. En el obrador ya está elaborado el mazapán y ya se dio forma a muchos de estos huesos. Sin embargo, no comenzarán a rellenarlos hasta el sábado, tratando de ofrecer un surtido en el que todo el mundo encuentre su sabor preferido. Aseguran que un clásico que siempre convence es el chocolate. "Empieza a haber tradición", apunta Antonio Sanmartín. Asegura que en los últimos cinco años se incrementaron las ventas de estos productos típicos de Santos y Difuntos un 60%. De hecho, en Mimela se prepararon el año pasado casi 60 kilos de materia prima para elaborar estas piezas y este año se elevarán a 85. Para hacerse una idea de cuántas piezas puede dar esta cantidad, baste decir que cada hueso de santo pesa 35 gramos.

Esta tradición se hace un hueco cada vez más grande en los tentadores escaparates de las pastelerías locales. Anticipo al turrón o tentación con derecho propio. En cualquier caso, todo un tributo al paladar.