Hace ya un lustro que A Estrada reclama un espacio propio para la dramaturgia. Lo hace convocando un premio y usando como faro el nombre del patriarca del teatro gallego, Manuel Daniel Varela Buxán. La de ayer fue la noche de la dramaturgia en la capital de Tabeirós, de la mano de la entrega de este galardón que, como no podía ser de otro modo, se celebró en el Teatro Principal.

El vigués Marcos Abalde Covelo fue el protagonista de la noche, tras alzarse con este premio por su obra Oito epitafios por Troia, una reflexión sobre la sociedad contemporánea. El dramaturgo compartió el protagonismo con su antecesora en la nómina de premiados con el Varela Buxán, Ana María Carreira Varela, a la que se hizo entrega durante este acto, organizado por la Escola Municipal de Artes Escénicas, del ejemplar impreso de la obra con la que ganó este certamen en su cuarta edición, Un intre antes do solpor. La pieza se entregó a los asistentes a esta velada.

Para cerrar la entrega del premio, tres alumnos de la citada escuela municipal -Rocío Louzao, José Antonio Valcárcel y Begoña Sánchez- leyeron una escena de la obra premiada.

El jurado encargado de fallar esta última edición del Premio de Teatro Varela Buxán de A Estrada valoró la "sólida reflexión sobre la sociedad contemporánea, articulada a través de la actualización de personajes y situaciones de la tradición clásica". Asimismo, destacó la capacidad de Abalde "para construir un universo opresivo y apocalíptico, a partir de diálogos precisos y dinámicos puestos en boca de personajes que viven en una situación límite marcada por la tragedia".