Imposible contar la cantidad de caballos de potencia que desarrollaban los cerca de una veintena de vehículos de alta gama que participaron ayer en una ruta por la comarca. El grupo hizo un alto en el camino para comer en Lalín un cocido. El lugar elegido fue el restaurante O Cruce, en la parroquia de Vilatuxe, a donde los comensales llegaron pasadas las dos de la tarde. Allí los recibía el dueño del establecimiento, Alberto Canda, y su presencia atrajo a curiosos, que quisieron ver de cerca a los Ferrari, Porche, BMW M3 y M4 o también algún Maserati o Mercedes Benz.

Germán Urones es uno coruñés que impulsó este grupo de aficionados al los coches hace aproximadamente un lustro. Ayer fueron 17 los que recorrieron las carreteras de la comarca o lugares como el municipio ourensano de Avión. Tanto los pilotos como los acompañantes procedían de distintos puntos de la geografía gallega como Vigo, A Coruña, Ourense o Pontevedra.