Las intensas batidas contra jabalí que se celebraron en los montes gallegos en 2013 y 2014 hicieron temer a la Asociación de Clubes de Caza Maior, por la supervivencia de la especie del puerco salvaje. El colectivo incluso se reunió con la directora xeral de Conservación da Natureza, Verónica Tellado, dado que apenas se veían ejemplares adultos, dados los resultados de las batidas.
Pero ahora, justo un año después de esta reunión y con la temporada de caza de jabalí en su ecuador -comenzó el 29 de agosto y rematará el 17 de enero- es más que evidente que no hay ningún riesgo para el censo de jabalí, sino al contrario, vistos los resultados de las cacerías en diferentes sociedades. En Rodeiro, desde hace dos meses y medio la cuadrilla Os Raposos e Rodeiro ya ha abatido ya 49 piezas -las más recientes fueron las seis que se mataron anteayer sábado-. Pero es que los cazadores, durante sus visitas al monte, llegan a ver manadas de 8, 10 o incluso 15 animales, según afirman desde la sociedade de Camba. Rodeiro está siendo uno de los municipios más castigados por la población de jabalí ya desde los meses de verano, y quizá se debe a que este animal se ha movido desde las tierras cercanas de Oseira y otros puntos vecinos de Ourense debido a los incendios que asolaron sus hábitats cotidianos. Rodeiro fue, por costumbre, uno de los espacios predilectos por el cerdo salvaje, pues hace cuatro años los cazadores abatieron 118 piezas.
Los daños en cultivos en Rodeiro, y en diferente medida en los demás municipios dezanos, no irán en disminución a partir de ahora. Al contrario. El jabalí, al quedarse sin bellotas, castaños y otro tipo de sustento, bajará a las praderías recién sembradas, por lo que se espera que el número de capturas aumente en los próximos meses.
Es frecuente ver dos manadas de jabalí agrupadas en Rodeiro pero también en Agolada. El presidente del Tecor Farelo, José Manuel Blanco, ya ha insistido en más de una ocasión en que este animal se agrupa para defenderse del lobo, que sí está proliferando de forma peligrosa en las tierras de este Tecor. De hecho, meses atrás se encontraron jabalíes enterrados por los lobos.
También se confirma el aumento de estos animales en el tecor de Silleda. El presidente de la Sociedade de Caza e Pesca, Jesús Caramés, calcula que se llega a la mitad de la temporada con unos 40 jabalíes abatidos por sus tres cuadrillas, cuando el cupo de que disponen es de 80. "Otra evidencia de que esta población está desmedida es el número de accidentes que causan", y que están lejos de disminuir. Silleda acaba de realizar una segunda batida en el refugio de Martixe, donde se mataron los cuatro animales que concedió la Xunta. Podrá volver a cazarse en esta zona vedada si se vuelven a comprobar daños. Por su parte, el presidente de la Sociedade de Caza de Lalín, José Luis Gil, estima que se han matado en torno a 70 piezas, mientras que el cupo para toda la temporada es de 168. Este colectivo dispone de cinco cuadrillas y ha pedido, también, poder cazar en refugios y zonas de adiestramiento para controlar el censo.
