Desde mediados de enero, es la tercera vez que cae la nieve sobre Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Sin embargo, el manto blanco que cubrió montes, tejados y jardines no deja de sorprender, una vez más, a los vecinos y a los turistas que pasan por la zona. Desde primera hora, pequeños y mayores aprovechaban las estampas para sacarse una foto y, si se disponía de tiempo, improvisar un muñeco de nieve o hacer algún que otro juego con ella. Pero, como cada vez que llega una ola de frío polar, todas las precauciones son pocas a la hora de salir de casa: si los conductores extremaron su atención al volante, muchos peatones tuvieron que prestar más atención que nunca a posibles resbalones en la calle o en las entradas a sus viviendas o edificios públicos, por la posibilidad de caer debido a la acumulación de hielo. De la estampa navideña que nos regaló ayer Deza poco quedaba ya a última hora de la tarde. El sol vespertino y un ligerísimo ascenso de las temperaturas derritió, poco a poco, el manto blanco que se había formado desde medianoche.