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Sin rastro de los sabuesos

Cazadores del tecor de Bertaña achacan al lobo la desaparición de cuatro perros en una jornada de cacería en montes de Eidián, tras contrastar ataques en ocasiones anteriores

Las jornadas de cacerías pueden acarrear, en ocasiones, más pérdidas para los cazadores que ganancias. Con independencia de la captura de piezas que pueda producirse durante la batida por los montes si al remate de la sesión los sabuesos no regresan, comienza un auténtico quebradero de cabeza para muchos cazadores. Vueltas en el coche de un lado a otro en busca de un rastro que pueda dar con el cánido. Es una situación, que se repite en más de una ocasión, pero que los canes no aparezcan con el paso de los días resulta más extraño. Así lo manifiestan cuatro cazadores del tecor de Bretaña, en Agolada, que llevan desde el domingo en busca de otros tantos perros.

Los hechos se produjeron en los montes de Eidián y Galegos y tras contrastar que los perros no regresaban empezaron su búsqueda. "Llevo gastado ya más en gasolina en busca de la perra de lo que vale el animal", apunta Jose Luis Iglesias, uno de los afectados. Ante la falta de señales o algún rastro de los perros, los cazadores se inclinan por pensar que incluso el lobo pudo atacarlos y por eso no dan con ellos. Además, explican que no es el primer ataque de estas características que constatan, por lo que sus sospechas se acrecientan. Apuntan que en los días previos al comienzo de la temporada de la caza menor, el pasado 19 de octubre, uno de los cazadores de su tecor también sufrió varias pérdida en su manada. En esta ocasión el lobo dejó malherido a uno de sus canes y de otro de ellos solo localizó los restos.

Con todos los permisos y la documentación de los canes en regla los cazadores se sienten "perjudicados por todos lados. A nosotros nos exigen tener a los perros en regla pero luego nadie se responsabiliza ni actúa contra estos ataques", apunta Iglesias. Por este motivo también se mantienen a la espera de denunciar los hechos ante el Seprona para intentar atajar el problema de cara a futuras jornadas de cacerías. Mientras tanto siguen batiendo el monte en busca de sus sabuesos, e incluso han colocado una chaqueta en el monte para intentar atraer al perro a este punto por el rastro, pero, la técnica no ha dado resultados. Alegan que ni siquiera, pueden dar parte al seguro con el que cuentan los perros al carecer de pruebas para demostrar la pérdida de los animales.

Incluso apuntan también a otras hipótesis como la ingesta de algún tipo de veneno o de algún alimento en mal estado en el monte por el cual se vieran afectados, pero descartan esta posibilidad al no localizar a los perros a pesar de sus caminatas por los bosques. Precisamente, en los montes de Agra se produjo también un incidente similar en días pasados cuando un perro de un cazador resulto intoxicado.

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