Los deseos y los sueños no siempre parecen ser alcanzables, sobre todo cuando afectan a muchas partes. Así, el colectivo cerdedense Capitán Gosende vio cómo su proyecto de llevar una representación teatral a la aldea abandonada de Vichocuntín, situada en la parroquia cerdedense de Pedre, no pudo convertirse en realidad. Con todo, el colectivo no se dio por vencido y finalmente consiguió celebrar el sábado una tarde de "teatro de calidad", de la mano del grupo aficionado Avelaíña Teatro de Pontevedra, que interpretó la obra "María Castaña". No obstante, el escenario se trasladó al restaurante O Meu Lar, que cedió un lugar para que la compañía teatral pudiese desplegar su magia.

Los miembros del colectivo Capitán Gosende de Cerdedo recordaron que ellos mismos descubrieron las ruinas de una pequeña aldea, ocultas bajo la maleza crecida de años. En este contexto, dedicaron varias jornadas a la limpieza y acondicionamiento de la zona, quitando hierbas y zarzas que cubrían los caminos. Y el lugar pronto comenzó a recibir visitas de centenares de personas, ansiosas por conocer aquel entorno.

Así, a Capitán Gosende se le ocurrió la posibilidad de concertar una representación teatral allí, al aire libre, con el objetivo de dar mayor visibilidad a la aldea de Vichocuntín. Contaban, para ello, con la colaboración desinteresada de Avelaíña Teatro. No obstante, según indicaron desde el colectivo cerdedense, cuando trataron de poner en marcha el proyecto, recibieron una negativa. "La oposición se basó en la falsa acusación de interés lucrativo", dijo Calros Solla, miembro de Capitán Gosende, para aclarar que su objetivo era contrario: fomentar la zona con una actividad diferente y gratuita.

Con todo y pese al cambio de planes, la cita obtuvo un gran éxito, pues se reunieron un centenar de personas, que luego participaron en una cena conjunta amenizada por varios grupos de música. "Fue muy entrañable", indicaron.