Un ganadero de la parroquia lalinense de Anseán denunció ayer el ataque del lobo en una finca próxima a su explotación de Alén, donde los cánidos devoraron un ternero que había nacido en esa finca hacía unos tres días. José Luis Doval comprobó la pérdida de la res cuando acudió en la mañana de ayer a su propiedad, donde suele tener entre una docena y una quincena de vacas que no están en lactación. Una de ellas estaba preñada y parió en el monte el ternero que, cree, pudo haber sido atacado por el lobo, de madrugada. El ganadero contactó con la Xunta para denunciar la muerte del ternero, aunque según su testimonio, desde la administración autonómica le indicaron que no existían ayudas para compensar este tipo de ataques, algo que reivindica. Hasta Anseán acudieron también agentes del Seprona para levantar acta.

La explotación propiedad de Doval cuenta con medio centenar de cabezas de ganado frisón de leche, aunque el ataque atribuido al lobo se produjo en una finca de monte situada a cierta distancia.