La longevidad femenina no solo se nota en el padrón municipal. También es evidente en el de los residentes en el extranjero. De los nueve concellos, sólo los emigrantes varones oriundos de Forcarei se imponen a las mujeres, con 1.281 hombres frente a 1.119 señoras. Este predominio ya se producía años atrás. En 2009, los 1.133 varones se imponían con holgura a las 961 emigradas.

La prevalencia de la emigración femenina -así como, repetimos, de su mayor esperanza de vida- es muy notoria en casos como el de Lalín. De 5.263 emigrantes, 2.801 son mujeres y solo 2.462, varones. A Estrada tampoco es ajena a esta relación, con 2.915 emigradas frente a 2.740 emigrados. Ni siquiera en los municipios más pequeños se produce cierto equilibrio entre los dos géneros. En Deza, el PERE de los oriundos de Dozón indica que, de sus 588 censados en el extranjero, 330 son mujeres y 258 (es decir, 72 menos), son hombres. Algo similar ocurre en Cerdedo, el menor de los tres municipios de Tabeirós-Terra de Montes. Con los ya citados 1.412 emigrantes, 754 son mujeres y casi un centenar menos, en concreto 658, son hombres.