Trasdeza tendrá un gobierno de izquierdas y, a falta de los entresijos del casi seguro pacto entre PSOE y BNG, lo que está garantizado es que la socialista Paula Fernández Pena será la alcaldesa. La fortaleza que demostraron PSOE y PP, polarizando una campaña con otros dos partidos más en liza, se tradujo en un respaldo superior a la candidatura de la exacaldesa, que obtuvo 285 papeletas más que la liderada por el popular José Carlos Pin Pereiras.

Pena no quiere repetir acontecimientos pasados y mostró su disposición a un pacto con el único edil del BNG, Matías Rodríguez da Torre, que también opina que el escenario actual es distinto al de 2007. "Estamos en una posición proclive al entendimiento, más que hace cuatro años, porque las condiciones son más realistas y constructivas que entonces", declaró Da Torre al ser preguntado por un posible pacto con los socialistas. Y recordó que, entonces, fue el PSOE el que prácticamente bloqueó su entrada en el ejecutivo por falta de entendimiento. El nacionalista opina que los resultados "son un calco" a los de las últimas municipales y admite que los ciudadanos "castigaron" a su agrupación en unos comicios que tuvieron dos protagonistas fundamentales; PSOE y BNG. Da Torre cree que existió una "intoxicación interesada" hacia su partido por dejar entrever en algunos foros "que tuvimos algo que ver con la moción de censura, cuando siempre nos posicionamos en contra". Y, finalmente, asegura que el Bloque apostará por el diálogo entre todos los grupos y abrir la institución municipal a la ciudadanía.

Las negociaciones entre PSOE y BNG comenzarán después de que la formación frentista se reúna en asamblea para, tanto valorar los resultados electorales, como para elaborar su propuesta de negociación. En todo caso, Da Torre admite que estará a la espera de la llamada de Pena y cree que los primeros contactos formales podrían llevase a cabo ya en los próximos días. Por el momento se desconoce quiénes serán los interlocutores de ambos partidos para sellar el acuerdo, una cuestión aparentemente menor, pero que no lo fue en 2007.

El PSOE se impuso al PP en la mayoría de las mesas y la candidatura de Pin, pese a que subió 60 votos, solamente fue capaz de vencer en Breixa, Laro y Negreiros y Lamela. En esta última sacó más de un centenar de votos a los socialistas y alcanzó casi el 59% de las papeletas. El resultado más abultado a favor de Pena se dio en Escuadro, donde cosechar el 64% de los votos emitidos y aventajó en cien sufragios a su principal rival.

El PSOE se impuso claramente en los núcleos urbanos. Así, en la parroquia de Silleda –incluido Siador–, alcanzó la mitad de los votos totales y en A Bandeira –todo Manduas y Chapa– superó el 45%. Sus resultados en el rural se quedan ligeramente por debajo de esta cifra.

Por otra parte, la continuidad de Pin, aunque se da casi por hecha, no está cerrada totalmente. El candidato decidirá con su entorno más próximo y con la dirección del partido si recoge el acta de concejal y asume su papel como jefe de la oposición. "Hay que estar a las duras y a las maduras", proclama. Pin reconoce que los resultados no fueron los deseados, aunque recordó que su equipo solamente tuvo "cuatro meses para trabajar". "Podemos salir a la calle, porque no nos metimos en la vida de nadie", dice, e afirma que los resultados no son "tan malos", una vez que en menos de medio año de trabajo su grupo alcanzó los seis ediles.

Progresistas por Silleda

Finalmente, el candidato de Progresistas Por Silleda (PPS), Aurelio Fernández Villaverde, garantizó la continuidad y el trabajo de su partido, que atrajo básicamente a electores de A Bandeira y su entorno. "Fue una batalla muy fuerte con dos partidos contra los que luchar", concluyó.