Las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes fueron escenario en la noche de ayer de una oleada de robos que se saldaron con un botín de 120.000 euros en joyas en sendos atracos perpetrados en el concello de Lalín. Los ladrones penetraron en dos chalés situados en Bendoiro y Bergazos (Donsión) aprovechando que no había nadie en el interior de los inmuebles para allanar los inmuebles y llevarse, en el caso de la casa solariega de Bendoiro, alhajas valoradas en unos 100.000 euros, mientras que en el chalé situado enfrente del polígono Lalín 2000 el saqueo ascendió a cerca de 20.000 euros en joyas de cierta antigüedad. Fuentes de la Guardia Civil consultadas por esta redacción descartan la hipótesis de un banda organizada a tenor del modus operandi utilizado en ambos casos por los delincuentes.

El domicilio que más pérdidas sufrió fue el perteneciente a la familia del empresario José Manuel Fernández, propietario de la firma textil Géneros de Punto Iván, que en el momento del asalto, al igual que su mujer e hijo, se encontraba fuera de la vivienda. Fernández calcula que los ladrones entraron en su casa "antes de las once de la noche porque después llegué yo y el resto de mi familia". El empresario textil dezano se mostraba tranquilo tras presentar la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil y estimar que el valor de las joyas robadas rondaba los 100.000 euros. "Había oro y piedras, un poco de todo", indicó la víctima mientras recordaba haber oído a los agentes que lo atendieron que también en Loimil y Rodeiro se habían producido episodios parecidos al suyo. El dueño de Géneros de Punto Iván explicó, también, que los asaltantes accedieron al inmueble "forzando una de las puertas, que les permitió entrar sin dificultad a la casa". José Manuel Fernández lamentó, además, el estado en el que dejaron el interior de la vivienda los delincuentes "porque destrozaron todo lo que encontraron", al parecer, en su afán por encontrar el botín en metálico o en forma de joyas que tuviera el chalé en sus habitaciones.

La otra casa que también fue asaltada ayer en Lalín está situada en Bergazos y, al igual que en el caso de la de Bendoiro, en el momento del asalto se encontraba deshabitada. Su propietario es Pedro García Castro, gerente de la distribuidora de bebidas lalinense Comercial Deza, que piensa que el robo se tuvo que cometer "entre las tres de la tarde y las once la noche, que es cuando ni mi familia ni yo solemos estar en casa".

Valor sentimental

Pedro García calcula que las joyas sustraídas de su domicilio podrían estar peritadas en unos 20.000 euros si tenemos en cuenta de que se trata de ejemplares de un gran valor sentimental debido a su antigüedad. "Son piezas muy antiguas y habrá que ver cuál es su valor verdadero", asegura el comerciante dezano. Al parecer, los ladrones entraron en el chalé de Bergazos a través de una puerta con las que cuenta el balcón de la vivienda después de destrozar el chivato de la alarma que desde hace años luce la fachada del edificio.

Se da la circunstancia de que el chalé de Pedro García y su familia es la tercera vez que es objeto de un atraco en los últimos dos años. El propietario recordaba ayer como en la última ocasión que recibió la visita de los ladrones éstos abandonaron rápidamente la vivienda "porque llegamos justo a tiempo cuando nos dimos cuenta de que había saltado la alarma, y enseguida nos pusimos en contacto con la Guardia Civil de Lalín".