El parque residencial del Concello de Lalín ha rebasado este año el listón de las 11.000 viviendas pese al freno y a la crisis que sufre desde hace más de un año el sector de la construcción en el municipio, similar a la del resto de España. Según los datos de la Dirección General de Catastro referidos al pasado mes de septiembre, la capital dezana cuenta con 11.102 casas, lo que ha supuesto un crecimiento de 187 desde el inicio de año.

En todo caso, estos datos recogen las viviendas que se rematan y se visan y se incorporan al censo oficial para abonar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), por lo que muchas de ellas empezaron a construirse en los años 2006 y 2007, precisamente los ejercicios en los que el concello registró un mayor boom inmobiliario. De hecho, estas cifras concuerdan con las de compraventas de vivienda, que han mantenido niveles similares a los de años anteriores tanto en 2008 como en el primer semestre de 2009, ya que en muchos casos simplemente se da oficialidad a una transacción realizada tiempo atrás.

De este modo, mientras el inicio de obras mayores y la solicitud de licencias se encuentran bajo mínimos, las constructoras siguen sobreviviendo de obras pedidas e iniciadas hace un par de años, lo que motiva que las compraventas firmadas y las viviendas inscritas aún mantengan unos buenos parámetros. Así, los problemas más grandes para estas firmas llegarán cuando concluyan estas obras, aunque cabe señalar que el paro en este sector en Lalín se ha multiplicado por siete en apenas dos años y en la actualidad cuenta con 236 personas sin un puesto de trabajo.

En cuanto al resto de inmuebles, la crisis económica se hace patente en el ámbito industrial, ya que las instalaciones empresariales, según los datos de Catastro, se mantiene invariables en Lalín desde que arrancó el año. En enero se contaban 759 y el pasado septiembre se cerró con 757.

En el ramo del comercio no se produce la misma tendencia y, pese al actual contexto económico, siguen aumentando los establecimientos en la capital dezana. Según la dirección general, el mes de enero comenzó con 917 locales de estas características y en los nueve primeros meses del año se han incrementado 34, con lo que cada vez Lalín se acerca más al millar.

De este modo, las viviendas siguen creciendo gracias a las licencias de obra de hace un par de años mientras que los negocios ya son más volubles a la crisis. No obstante, en los próximos meses se espera un descenso importante en todos los parámetros, ya que la junta de gobierno local apenas expide, desde hace más de un año, licencias de obra menor. Las reparaciones, acondicionamientos de locales ya construidos, los cierres, los cambios de tejados y fachadas y las ampliaciones de explotaciones agropecuarias copan la práctica totalidad de los permisos de obra concedidos en los últimos doce meses. De hecho, en las últimas semanas la concesión de dos licencias para sendas viviendas unifamiliares en el rural lalinense, que mantienen cierto tirón en la actual situación, fueron motivo de satisfacción, ya que al menos suponen una generación de negocio de entre 100.000 y 200.000 euros cada una y dejan algunos ingresos tributarios en el concello