Con apenas 18 años, Eduards Vecbasticks acaba de ganar el certamen de Nuevos Intérpretes que convoca el ayuntamiento de Ortigueira. En la especialidad de este joven de origen letón, el violín, participaron otros seis candidatos, que debían interpretar un tema obligatorio y otro de libre elección. Tras conocer el resultado de la convocatoria, Vecbastiks ofrecerá el próximo mes de enero un recital como solista.

-¿Era el concurso de Ortigueira su primera tentativa en un certamen?

-No, había participado ya en otro certamen en Pamplona e incluso en los premios Veo Veo, a los que acudí en dos ocasiones y en los que llegué hasta la final. Por eso, de algún modo el haber vencido en la convocatoria de Ortigueira supone para mí una gran satisfacción y un logro más en mi carrera como violinista, además de un orgullo tanto para mi familia como para los profesores.

-Toca desde los cuatro años. ¿Convertirá el violín en su profesión?

-Así es. Tengo planes para continuar con los estudios de grado superior en Oviedo o en Alemania. No es que dude de la calidad musical gallega, lo que ocurre es que aquí en Galicia la música como profesión aún sigue estando infravalorada. Cuando alguien te pregunta en qué trabajas o a qué quieres dedicarte, si contestas que te dedicas a la música tu interlocutor te mira como pensando que deberías dedicarte a algo más. Siempre he creído que la música es la carrera más difícil de todas y también la más larga, pues nunca la terminas. Al contrario, siempre hay que estar aprendiendo y perfeccionándose. Por eso es muy frecuente que se comience a tocar un instrumento a edades muy cortas.

-Su madre, Inara Vecbastika, es profesora de violín en el conservatorio lalinense, así que no es de extrañar su amor por este instrumento. ¿Toca además algún otro?

-Tengo conocimientos de piano, pero de momento prefiero centrarme en mis progresos con el violín.