Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Efectos del coronavirus en la economía comarcal

Clamor en O Salnés contra la barra libre a las rebajas para las tiendas de internet

La asociación de comerciantes de Vilagarcía y el Consorcio do Salnés instan al Gobierno a rectificar - Creen que la medida beneficia a las grandes plataformas y que sentenciará a muerte a muchos pequeños negocios

Imagen de uno de los comercios de Vilagarcía que abrió sus puertas en la fase 1 de la desescalada. // Noé Parga

El pequeño comercio de O Salnés ha recibido con estupor e indignación la decisión del Gobierno central de prohibir las rebajas en las tiendas físicas, para de ese modo contener las eventuales aglomeraciones de gente, al tiempo que ofrece una suerte de barra libre para las ventas "on-line".

Las asociaciones de comerciantes de Vilagarcía y Cambados (el presidente de esta última es el portavoz también del colectivo comarcal) han mostrado su rechazo frontal a la medida, al considerar que dará la puntilla a un sector económico que en muchos casos ya estaba con el agua al cuello antes de la cuarentena y que ahora lleva dos meses sin vender.

Los representantes comerciales de O Salnés cuentan con el respaldo de diferentes organizaciones de autónomos, como Agtamar-Upta y Ape-Galicia, que instan al Ejecutivo de Pedro Sánchez a prohibir los descuentos por internet hasta, por lo menos, la segunda mitad de agosto.

A primera hora de la tarde de ayer, la Xunta de Galicia remitió un comunicado en el que indicaba que gracias a las gestiones realizadas por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, el Gobierno de Madrid acaba de aclarar que las tiendas físicas sí podrán hacer rebajas, pero siempre y cuando garanticen que no habrá aglomeraciones en sus establecimientos y que se respetarán las medidas de seguridad.

Pero ni siquiera esta mejora colma las expectativas del pequeño comercio, que en abril planteó la necesidad de retrasar o incluso suspender las rebajas de esta campaña de primavera-verano.

Rocío Louzán, que es la presidenta de los comerciantes de Vilagarcía, Zona Aberta, abogaba por retrasar los descuentos a por lo menos la segunda quincena de agosto, para que los comerciantes dispusiesen de un mínimo de dos meses y medio para vender su mercancía y no tuviesen que despacharla prácticamente a precio de coste.

Otras organizaciones sectoriales, como la Federación Provincial, iban más allá y reclamaban la suspensión de las rebajas este año.

Pero estas peticiones no han sido tenidas en cuenta, para desesperación de un sector que tiene la impresión de que les han dejado a los pies de los caballos, representados por los grandes gigantes de la distribución por internet.

Una "tomadura de pelo"

Rocío Louzán no ahorra expresiones para dejar patente su malestar. "Es una tomadura de pelo, algo surrealista. Está claro que esto va a beneficiar a las grandes plataformas de internet".

La presidenta de los comerciantes de Vilagarcía recuerda que la ley ya obliga a las tiendas a controlar que no se sobrepase la mitad del aforo de cada local, "de modo que ya no puede haber aglomeraciones", e insiste en que el pequeño comercio necesita un pequeño balón de oxígeno, y que le será imposible alcanzarlo si dentro de tres semanas ya se ve abocado a otra campaña de rebajas.

Por todo ello, aún confía en que el Gobierno rectifique y prohíba unos meses los descuentos por internet.

Juan Rey, que es el presidente de los comerciantes de Cambados (Zona Centro), y del Consorcio de Comercio do Salnés coincide con ella en que la disposición segunda del decreto del pasado 9 de mayo, "perjudica completamente al pequeño comercio".

Está convencido de que se trata de una medida que empobrece todavía más al sector, y reprocha al Gobierno central que no consensuase la medida con los representantes del comercio.

Coinciden con ellos las organizaciones Agtamar-Upta y Ape-Galicia. "Unas rebajas antes de la segunda semana de agosto significarían una auténtica tragedia para miles de comercios gallegos".

La Xunta apuntó ayer que ha hecho cambiar de idea al Gobierno, de modo que las tiendas físicas también podrán hacer descuentos. Al menos, no quedan completamente descabalgados de la carrera.

Pero esto no resuelve el principal problema que planteaba el sector: y es que no quería rebajas antes de agosto, ni en los comercios de calle ni en los de internet.

Compartir el artículo

stats