El pequeño comercio reclama tanto a la Xunta de Galicia como al Ministerio de Industria prohibir las rebajas de verano hasta al menos el 15 de agosto, ya que en el caso de que puedan retomar su actividad en mayo, dispondrían de menos de dos meses para vender sus productos sin descuentos, un margen muy escaso para la delicada situación que atraviesa el sector, cerrado desde el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma a raíz de la crisis del Covid-19. Tanto UPTA como la asociación de comerciantes de Vilagarcía (Zona Aberta) advierten de que si las administraciones desoyen su petición se producirá un cierre masivo de tiendas. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos que dirige el vilagarciano Eduardo Abad cifra en un 40% la destrucción del tejido comercial, es decir, unos 30.000 establecimientos en toda España.

El presidente de UPTA avisa de que "de no llevar a cabo un retraso de la temporada de rebajas, ventas promocionales o análogas, los centros comerciales y las grandes marcas terminarán con miles de pequeños comercios en todo el país. Ellos tienen la capacidad de fabricar específicamente para las rebajas, y además, tienen los medios económicos para desarrollar grandes campañas publicitarias".

Descuentos actuales

Añade Abad que "son muchas las grandes marcas que actualmente están realizando preventas con un 70% de descuento a través de sus plataformas de venta on line". En ello coincide la presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán, que tacha de "injusto" que se puedan comercializar por internet productos que no son de primera necesidad cuando las tiendas físicas no pueden hacerlo. "Si yo no puedo vender una bicicleta, ¿por qué otros negocios sí?", se pregunta Louzán con impotencia.

La presidenta de la asociación de comerciantes de Vilagarcía está convencida de que va a haber pequeños negocios que no volverán a abrir una vez termine el confinamiento al no haber podido soportar los gastos de dos meses de inactividad.

Desde UPTA, Eduardo Abad considera que mantener el periodo tradicional de rebajas (la mayoría de establecimientos suelen iniciarlo el 1 de julio) "sería la puntilla para más de 700.000 personas trabajadoras autónomas del pequeño comercio en España y las 48.500 de Galicia que han realizado la inversión económica necesaria para tener en sus almacenes la mercancía de esta temporada primavera-verano. Este sector lleva con su negocio cerrado desde el pasado 14 de marzo y permanecerán sin actividad hasta el 11 de mayo, en principio. Casi dos meses en el dique seco".

Según el colectivo, la referencia media de inversión de un pequeño establecimiento comercial multimarca se sitúa en 25.000 euros de compra de stock por temporada, lo que hace "tremendamente complicado poder sacar el producto a la venta sin apenas margen de tiempo para amortizar la inversión".

Textil y calzado

Rocío Louzán señala que el mantenimiento del periodo tradicional de descuentos a quienes más perjudicaría serían a las tiendas de textil y calzado, puesto que trabajan con mercancía perecedera. "Mitad de mayo y el mes de junio es muy poco tiempo para vender. Y la ropa y el calzado caducan, porque lo que no se vende este año pasa de moda", indica la portavoz de los comerciantes vilagarcianos. "No vamos a poder soportarlo", advierte.

A través de la asociación de gerencias de centros comerciales abiertos de Galicia, varios colectivos como el de Vilagarcía ya han hecho llegar sus demandas a la Xunta.

Eduardo Abad, de UPTA, afirma que "sería una auténtica irresponsabilidad que tanto el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, como las Consejerías de las comunidades autónomas permitiesen las ventas con rebajas o descuentos especiales después del confinamiento".